Relaciones España-Serbia

Las Relaciones España-Serbia son las relaciones internacionales entre la República de Serbia y el Reino de España. España es un estado miembro de la Unión Europea (UE) desde 1986 y Serbia es un país candidato desde 2012 que está negociando su futura membresía, algo que España está apoyando firmemente.[1]España, aunque históricamente neutral, en la actualidad es un estado miembro de la OTAN, mientras que Serbia es un país militarmente neutral con fuertes relaciones históricas con el Movimiento de Países No Alineados. En la relación internacional, ambos países apoyaban la posición de Argentina sobre la cuestión de las islas Malvinas con el Reino Unido en el pasado.[2][3]

Relaciones España-Serbia
     España
     Serbia

España es el segundo país de la Europa Occidental, y uno de los cinco países que son miembros de la UE (los otros son Chipre, Eslovaquia, Grecia y Rumania), que no reconoce la independencia unilateral de Kosovo y se opone activamente a su membresía en organizaciones internacionales como la Unesco y la Interpol.[4][5] Además, España está apoyando la insistencia de Serbia en el establecimiento de una Comunidad de Municipios Serbios en Kosovo, según lo dispuesto por el Tratado de Bruselas, bajo los auspicios de la Unión Europea.[6] El ministro de Asuntos Exteriores serbio, Ivica Dačić, ha afirmado que España es uno de los mejores amigos internacionales de Serbia.[7]

Historia diplomática

El Reino de España y el Reino de Serbia establecieron por primera vez relaciones diplomáticas el 14 de octubre de 1916. Tras el final de la Primera Guerra Mundial, Serbia quedó integrada en el Reino de Yugoslavia. Tras la guerra civil española y la Segunda Guerra Mundial las relaciones oficiales se rompieron. Yugoslavia, bajo el régimen de Josip Broz Tito, no reconocía el régimen de Francisco Franco y retiró su reconocimiento internacional en 1943, manteniendo desde esa fecha relaciones diplomáticas con la Segunda República española en el exilio. En 1977, se disolvió el régimen republicano y Yugoslavia y España reanudaron sus relaciones diplomáticas.

Durante la Guerra Fría, el régimen franquista potenció una rivalidad deportiva con los países socialistas, principalmente la URSS. Pese a que España y Yugoslavia no se reconocían mutuamente, ambos países tuvieron que enfrentarse en esta época en numerosas competiciones deportivas. La rivalidad deportiva con Yugoslavia, informal durante la etapa franquista, se oficializó y se mantuvo tras la muerte de Franco.

En 1991, durante la disolución de Yugoslavia, el ministro de Asuntos Exteriores de España, Francisco Fernández Ordóñez, propuso al Consejo de Asuntos Exteriores de la Comunidad Económica Europea iniciar un rápido proceso de reconocimiento y ampliación con Yugoslavia como única vía para evitar la desintegración del país. España prefirió ser percibida como el jugador neutral en la región durante el conflicto, pero su política exterior simpatizaba con Serbia en general, que se percibía como el estado central del antiguo estado yugoslavo multinacional y diverso.[8]

Embajada de Serbia en Madrid.

Bajo el liderazgo de José María Aznar, durante la guerra de Kosovo, España participó en los bombardeos sobre Yugoslavia como miembro de la OTAN y en la misión de paz de la ONU, denominada KFOR, con fuerzas de interposición. Al mismo tiempo, todos los partidos políticos españoles en el parlamento, con la excepción de la izquierda radical que tenía 23 de los 350 escaños, votó a favor de la participación española en la intervención. Javier Solana, exministro de Asuntos Exteriores español, era el secretario general de la OTAN en ese momento.[9] Sin embargo, el 42% de los ciudadanos españoles se opuso a la participación de España en el conflicto, mientras que el 38% de ellos la apoyó.[10] En 2008, la Provincia autónoma de Kosovo y Metojia proclamó unilateralmente la independencia y estableciendo la República de Kosovo. Esto supuso la retirada de las fuerzas españolas de la KFOR, ya que la independencia no es reconocida por España, lo cual ha supuesto un nuevo acercamiento en las relaciones bilaterales. La prensa criticó la retirada española, pero el 70% de los ciudadanos españoles consideraron la retirada de Kosovo como una medida positiva. Dos semanas después de anunciar la retirada de KFOR, el Gobierno español anunció su decisión de retirar a los nueve policías españoles que formaban parte de la misión EULEX.[11]

El 11 de enero de 2009, el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, instó al Gobierno de los Países Bajos a desbloquear el Acuerdo de Estabilización y Asociación de Serbia con la Unión Europea, que en ese momento ya estaba firmado, pero su aplicación había sido bloqueada por los Países Bajos.[12] Tras la recomendación del Consejo del 28 de febrero de 2012, Serbia recibió el estatus de candidato completo el 1 de marzo. El 28 de junio de 2013, el Consejo Europeo aprobó las conclusiones y recomendaciones del Consejo de Ministros para abrir negociaciones de adhesión para Serbia. España apoya firmemente las negociaciones de adhesión.[13][14]Durante la crisis constitucional provocada por la proclamación de independencia de Cataluña de 2017, Serbia expresó un fuerte apoyo a la integridad territorial de España y a las acciones del Gobierno español.[15] En la reunión del Servicio Europeo de Acción Exterior de 2018, los representantes españoles, junto con los del Grupo de Visegrado, debieron participar activamente en las negociaciones facilitadas por la UE entre Belgrado y Pristina.[16]

Misiones diplomáticas

  • España tiene una embajada en Belgrado.
  • Serbia tiene una embajada en Madrid.

Véase también

Referencias

Enlaces externos

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