Isaac J. Barrera

Isaac J. Barrera nació el 4 de febrero de 1884 en Otavalo, Ecuador. Fue un crítico literario, historiador, periodista y profesor. Miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.

Isaac J. Barrera
Información personal
Nombre de nacimiento Isaac Jesús Barrera Quiroz
Nacimiento 04 de febrero de 1884
Otavalo, Ecuador
Fallecimiento 29 de junio de 1970
Quito (Ecuador)
Causa de muerte Insuficiencia cardíaca
Nacionalidad Ecuatoriano
Educación
Educado en Colegio San Gabriel, Quito (1900-1902)
Información profesional
Ocupación Historiador, escritor, periodista
Empleador El Comercio (1910-1970)
Obras notables Historia de la Literatura Ecuatoriana
Artistas relacionados Arturo Borja, Juan Montalvo, Aurelio Espinosa Pólit, Gonzalo Zaldumbide
Miembro de

Biografía

Isaac J. Barrera nació en la provincia de Imbabura, en la ciudad de Otavalo el 4 de febrero de 1884. Sus padres fueron Estanislao Barrera Nicolaide y Tomasa Quiroz Moreno. Su familia se dedicaba al comercio y según criterio de Rodolfo Pérez Pimentel, tenían procedencia indígena.[1] Su madre, Tomasa había quedado viuda de un anterior matrimonio antes de casarse con Estanislao. Juntos tuvieron tres hijos pero solo sobrevivió Isaac.

Estudió en el Colegio San Gabriel, de los jesuitas ubicado en Quito, donde logró entrar a pesar de sus pocas posibilidades debido a una beca del Ministerio de Instrucción Pública. Dos años después de haber ingresado tuvo que regresar a Otavalo nuevamente, por razones económicas. Un año más tarde para dificultar más la situación falleció su padre. Por estas razones, tuvo muchas necesidades durante su infancia y juventud, sin embargo sería a través de la literatura donde encontraría un camino a su difícil vida.

Siempre mostró interés por la lectura y tempranamente empezó a acumular escritos en periódicos. Esto si bien le abrió puertas, también le metió en problemas, especialmente por un artículo publicado contra el Comisario Sr. Mena del Campo, por el que fue enviado a la cárcel en Quito. Salió en tres días gracias al esfuerzo de sus familiares. Sin embargo, no todo fue en vano ya que en este lugar conoció al sociólogo Belisario Quevedo con quien mantendría amistad y a quien más tarde prologaría su "Historia Patria".[2]

Primera etapa de su carrera

El Comercio

Arturo Borja, poeta modernista con quien entablaría amistad.

Sus escritos empezaron a ser publicados en diarios. El primero fue "El Ecuador" en 1909 y un año después empieza su colaboración fructífera en el diario "El Comercio" donde inauguró la sección literaria con una serie de estudios sobre el modernismo. De esta manera empezaba su larga carrera como crítico literario. Gracias a esto comenzó a relacionarse con los poetas modernistas de la época, principalmente con el más destacado del grupo de la "generación decapitada", Arturo Borja. A pesar de sus aficiones literarias, sus trasfondos sociales eran distintos y en esa época, tenían más importancia aún. No obstante, Isaac fue aceptado dentro del grupo de poetas y de esta manera, su talento fue reafirmado.

Revista "Letras"

Isaac fue uno de los fundadores de la revista "Letras", con el resto de poetas Arturo Borja, Ernesto Noboa y Caamaño y Francisco Guarderas. La dirigió por seis años desde 1913 a 1919. En esta revista las publicaciones eran principalmente modernistas, en el estilo inaugurado en Latinoamérica por Rubén Darío y José Asunción Silva. Sin embargo, debido a la expresión tardía que tuvo este tipo de literatura en Ecuador, la revista fue evolucionando hacia nuevas formas de escribir incluyendo a la postre estilos cercanos al naturalismo más influido por Estados Unidos en contraste con el modernismo, más bien francés. Isaac usaba el seudónimo J. Collahuazo en honor al escritor otavaleño, aunque también usaba otros dependiendo la ocasión como “Juan Rivera.” Jesús Quijada,” o “Fernando Soto G,”, pues su obra trascendería su origen. Su participación tan activa en esta revista le hizo un nombre dentro del mundo literario de Ecuador y fue el primer gran paso de su larga, prolífica y exitosa carrera.

Arielismo

En 1925 fundó el semanario político "El Sol". Al igual que Rodó fue gran admirador de Juan Montalvo y dos años más tarde escribió su “Epistolario de Montalvo”. Estuvo muy influenciado por el Arielismo y en 1928 publicó su "Libro de Lecturas" con la temática americana.

En 1930 le encargaron temporalmente la cátedra de Historia de América en la Facultad de Filosofía de la Universidad Central. Desde este momento empieza a ampliar su carrera que había empezado como crítico literario para también incluir la historia, lo que le daría un gran empuje.

Segunda etapa de su carrera

Reconocimiento

La etapa cumbre de su carrera se dio cuando logró ingresar a la Academia Ecuatoriana de la Lengua, fue presidente de la Academia Nacional de Historia y elegido miembro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.[3] Todo esto giró alrededor de su momento más prolífico que estuvo compuesto por varias publicaciones extensas donde condensaba la crítica literaria y la historia de una manera magistral.

Juan Montalvo, a quien Isaac dedicó varios escritos y el rescate de parte de su epistolario.

Empezó en 1932 cuando entró a la Academia Ecuatoriana de la Lengua y fue elegido como profesor principal de Literatura de la Universidad Central. Desde entonces empezó a desarrollar las ideas y conseguir los recursos para escribir su obra cumbre la "Historia de la Literatura Ecuatoriana". Para ello, sin embargo, publicó otros libros mientras tanto como fue “Tres estudios literarios. Goethe, Montalvo, Mera” o también "Literatura Hispanoamericana".[4]

A lo largo de su carrera fue un admirador del Siglo de Oro español, en 1934 publicó “Estudios de Literatura Castellana”, complementándolo con una publicación sobre las letras en Ecuador con “Los Grandes Maestros de la Literatura Nacional". Su trabajo le generó reconocimiento y se convirtió en el fundador del Instituto Cultural Ecuatoriano. Por su perfil erudito, sus conocimientos de historia y su amor por la literatura fue una pieza clave en la publicación de los primeros cuatro tomos de escritores clásicos del Ecuador, proyecto empezado por el gran poeta, historiador, traductor y fundador de la Universidad Católica del Ecuador, Aurelio Espinosa Pólit.[5]

Historia de la Literatura Ecuatoriana

Por pedido de la Academia de la Lengua dedicó sus esfuerzos a su obra principal que entre 1944 y 1950 fue finalmente publicada con el título de “Historia de la Literatura Ecuatoriana.” Durante el lanzamiento del libro manifestó:[6]

La historia de la literatura es el proceso intelectual de un pueblo y al margen del batallar de intereses materiales hay quienes se ocupan de pensar, en cantar, en escribir, en recoger documentos, en reunir datos para escribir la historia: unos lo hacen en busca de fama pero los más proceden desinteresadamente, de suerte que al escribir esa historia se convirtió en historiador, crítico y literato.

Con esto logró su último gran hito al ser nombrado miembro de la Casa de la Cultura en el año 1955. Sin embargo, a pesar de su talento, sus posiciones políticas también habían afectado su carrera. En la primera mitad del siglo XX, en el Ecuador había cobrado fuerza el pensamiento indigenista, de la mano de autores como Pio Jaramillo Alvarado o Jorge Icaza. No cabe duda, que por el tipo de publicaciones de Isaac, siempre orientados hacia la historia, autores clásicos del Siglo de Oro, el movimiento modernista o crítica literaria, su obra no era fácilmente clasificable dentro de esta nueva ideología, a pesar de sus orígenes indígenas. Además de esto, su posición neutral frente al presidente Arroyo del Río tampoco ayudaba mucho. Sin embargo, al final su talento fue reconocido y supo ganarse el aprecio de personas que pensaban diferente a él o que venían de trasfondos culturales distintos.

Estilo

Cervantes, a quien trataría en "Estudios de literatura castellana".

Isaac fue una persona disciplinada, a veces rígida, con una ética de trabajo fuerte que la volcó hacia sus abundantes lecturas y su escritura prolífica.[7] Por eso, su perfil fue perfecto para ser un crítico e historiador de la literatura, algo que logró reconocer ya que también había probado suerte con publicaciones teatrales y pequeñas novelas que no tuvieron la trascendencia del resto de su obra. A pesar de sus orígenes indígenas y la corriente indigenista de esa época, Isaac fue más bien un amante del mundo clásico. Citaba a Dante, cuando se daba la ocasión, admiraba a Montalvo y la literatura del Siglo de Oro, a la que dedicó un libro de ensayos en 1964: "Al margen de mis lecturas: de Cervantes a Montalvo” donde trata temas sobre la prosa cervantina, los estudios históricos de Menéndez y Pelayo y la obra de Juan Montalvo.[8] Adicional a esto publicó un estudio estilístico sobre el lenguaje en "Unidad y pureza de la lengua en España y América", siendo esta una de sus últimas publicaciones realizada en 1972 en la ciudad de Quito. No obstante, a pesar de sus preferencias, la obra de Isaac nunca se limitó en su temática por lo que también colaboró en la publicación de un estudio de "Poesía Popular Alcances y Apéndices" como parte de la colección editada bajo el nombre "Biblioteca Ecuatoriana Mínima" en donde analiza poesía quichua y cantos populares de Ecuador. [5]

Actividad política

Cargos públicos

Además de su actividad literaria, su fama le había hecho involucrarse en la política y en cargos públicos. Fue Secretario de la Dirección de Obras Públicas. Fue Diputado suplente por Imbabura en 1920. También fue Jurado suplente por la provincia de Pichincha y Vocal del consejo escolar de la misma provincia. Durante esta época y ya asentado en la capital de Ecuador, ganó mucha popularidad con su publicación “Quito Colonial, siglo XVIII a comienzos del siglo XX".[9]

Liberalismo

Isaac vivió parte de las consecuencias del estallido de la revolución liberal cuando era niño y empezó a compartir sus principios. Su escrito más claro, aunque breve, sobre su postura política se encuentran en el panfleto "La Prensa en el Ecuador", donde a pesar del título, la obra desarrolla sus opiniones sobre el liberalismo como ideología, la importancia de la libertad de expresión, y la distinción necesaria entre el partido político liberal y las ideas de libertad. En esta obra, Isaac reflexionaba:[10]

Si la democracia liberal era la instauración de una ideología, también debía ser de un procedimiento; la tarea del luchador había terminado desde el momento en que el liberalismo estaba en el gobierno del pueblo, para comprobar con hechos la bondad de su doctrina. Tenía que establecer ante todo la alternabilidad en las funciones, para salir por fin de la eterna pesadilla de las dictaduras, que nos habían retrasado en décadas. Había que demostrar que la ley era una condición de libertad.

Vicente Rocafuerte, a quien dedicó su primera obra como historiador: una biografía.

Siempre mantuvo reservas sobre los resultados de la revolución liberal, algo que era compartido por más personas en la época, puesto que con la llegada al poder de la coalición liberal, no duró mucho la unidad y los resquebrajamientos empezaron a presentarse dentro de los integrantes y las personas que simpatizaban con la causa. Por su parte, a Isaac le gustaba distinguir dentro de su postura entre el caudillo (Eloy Alfaro), el partido (Partido Liberal Radical), y la filosofía política (liberalismo). En el primer caso, prefería la alternancia al caudillismo, respecto al segundo se mostraba crítico y práctico con los resultados de la implementación de las ideas liberales en la sociedad. En cuanto al tercero, desde sus inicios en 1911 al publicar la biografía sobre Rocafuerte, se identificó siempre con el liberalismo.[10]

Fallecimiento

No fue una persona con muchos recursos y viajó poco, concentrando su actividad en Ecuador. Soñaba con ir a Atenas, aunque no lo logró. Isaac murió el 29 de junio de 1970 a los ochenta y seis años por insuficiencia cardiaca. Fue un gran promotor de la cultura y un hombre ejemplar. Después de su muerte, sus hijos republicaron siete libros suyos en su memoria.

De él se recuerda su famosa frase pronunciada cuando joven, frente a la muerte de su padre, y cumplida cuando viejo, resumiendo toda su vida: “Mi padre labró la tierra, yo la canto.”

Obras

Su obra es amplia y comprende las siguientes publicaciones:[11]

  • Biografía: Rocafuerte (Quito, 1911)
  • Historia relatada por Pierrot (1913)
  • La Melancolía de una tarde (1914)
  • Centenario de la batalla de Pichincha (Quito, 1922)
  • Quito colonial. Siglo XVIII comienzos del siglo XIX (Quito, 1922)
  • Dos escritores italianos modernos (1923)
  • El dolor de soñar (Quito, 1924)
  • Literatura ecuatoriana. Apuntaciones históricas (Quito, 1924)
  • Epistolario de Montalvo (Quito, 1927)
  • Libro de lecturas (Quito, 1928)
  • Albert Samaín (1929)
  • Simón Bolívar. Libertador y creador de pueblos (Quito, 1930)
  • Tres estudios literarios. Goethe, Montalvo, Mera (1932)
  • Literatura Hispanoamericana (1934)
  • Estudios de literatura castellana. El siglo de oro (Quito, 1935)
  • Los grandes maestros de la literatura universal (Quito, 1935)
  • Historia de la literatura hispanoamericana (Quito, 1935)
  • Próceres de la patria: lecturas biográficas (Quito, 1939)
  • La literatura del Ecuador (Buenos Aires, 1947)
  • Historia de la literatura ecuatoriana -IV tomos- (Quito, 1953-1955)
  • Juan Montalvo (1953)
  • La prensa en el Ecuador (Quito, 1955)
  • Historiografía del Ecuador (México, 1956)
  • De nuestra América: hombres y cosas de la república del Ecuador (Quito, 1956)
  • Consideraciones sobre el concepto literario (Quito, 1959)
  • Ensayo de interpretación histórica. Introducción a los acontecimientos del 10 de agosto de 1809 (Quito, 1959)
  • Al margen de mis lecturas de Cervantes a Montalvo (1964)
  • Estudio sobre Federico González Suárez y Pedro Fermín Cevallos (1968)
  • Estudios sobre modernismo literario (Quito, 1971)
  • Unidad y pureza de la lengua en España y América (Quito, 1972)
  • Del vivir. Reflexiones de juventud (Quito, 1972)
  • Tres historiadores ecuatorianos (Caracas, 1976)
  • Poesía (Quito, 1973)

Véase también

Referencias

  1. «BARRERA ISAAC J.». Rodolfo Perez Pimentel. 20 de enero de 2021. Consultado el 13 de septiembre de 2022.
  2. Epistolario a Isaac J. Barrera: recolección póstuma. Edit. Casa de la Cultura Ecuatoriana. 1981. Consultado el 5 de octubre de 2022.
  3. «Biblioteca Digital CCE: Buscando en DSpace». repositorio.casadelacultura.gob.ec. Consultado el 17 de septiembre de 2022.
  4. Barrera, Isaac J. (1934). Literatura hispanoamericana. Imp. de la Universidad Central. Consultado el 5 de octubre de 2022.
  5. Cervantes, Biblioteca Virtual Miguel de. «Poesía popular, alcances y apéndice. Índices». Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 5 de octubre de 2022.
  6. Barrera, Isaac J. (1960). Historia de la literatura ecuatoriana. Casa de la Cultura Ecuatoriana. Consultado el 5 de octubre de 2022.
  7. Homenaje a Isaac J. Barrera. Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana. 1964. Consultado el 5 de octubre de 2022.
  8. «Barrera Isaac J - Personajes Históricos». Enciclopedia Del Ecuador. 30 de diciembre de 2015. Consultado el 11 de junio de 2022.
  9. Barrera, Isaac J. (1922). Quito colonial, siglo XVIII, comienzos del siglo XIX. Imprenta Nacional. Consultado el 5 de octubre de 2022.
  10. Barrera, Isaac (1955). La Prensa en el Ecuador. Casa de la Cultura Ecuatoriana. Consultado el 9 de diciembre de 2022.
  11. «Isaac J. Barrera». Ciudad de Otavalo. Consultado el 7 de junio de 2022.


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