Diócesis de Linares

La diócesis fue establecida por Pío XI el 18 de octubre de 1925, mediante la bula Notabiliter Aucto, tan pronto como la separación entre la Iglesia y el Estado se concretó en el país. Otras 6 diócesis chilenas fueron establecidas el mismo día: San Felipe, Valparaíso, Rancagua, Talca, Chillán y Temuco. En 1963 el territorio de la Diócesis de Linares se expandió, con la adición de las parroquias de la entonces Provincia de Maule - actualmente Provincia de Cauquenes - que antes pertenecían a la Diócesis de Chillán, y de una parroquia (Putú), desmembrada de la provincia de Talca. Antes de 1925 el actual territorio diocesano era parte de la antigua y extensa Diócesis de La Santísima Concepción, actualmente la Arquidiócesis de Concepción. El centro titular de la Diócesis es la ciudad de Linares y la Iglesia Catedral está dedicada a San Ambrosio.

La diócesis de Linares pertenece a la provincia eclesiástica de Santiago de Chile, y está situada en el centro geográfico del Chile continental. El actual territorio diocesano consta de la Provincia de Linares y la Provincia de Cauquenes y dos comunas (Constitución y Empedrado), actualmente pertenecientes a la Provincia de Talca, todas ellas en la Región del Maule (Séptima Región de Chile).

Entre las diócesis chilenas, Linares es una de las que posee más elevadas proporciones de población rural. Esta mezcla de lugares urbanos, rurales y periurbanos, en que una sustancial parte de la población vive en la pobreza, ha sido un gran desafío para la diócesis ya que ha impuesto grandes exigencias para el trabajo pastoral. A pesar de los limitados recursos humanos y materiales de la diócesis, el desafío ha sido afrontado por medio de la creación de una extensa red de servicios, con numerosos agentes pastorales y trabajadores voluntarios. De esta manera, la Diócesis ha podido proclamar el Evangelio en todos los rincones de su territorio y reafirmar la inherente y sagrada dignidad de toda persona humana, abogando especialmente por los más débiles y los más pobres.

Para realizar eficazmente su trabajo pastoral, la Diócesis de Linares ha levantado numerosas capillas, particularmente en las áreas rurales. El número total de capillas diocesanas llega a las 450. La Diócesis de Linares ha tenido una participación activa y protagónica dentro de la Conferencia Episcopal Chilena (CECh). Las Orientaciones Pastorales emitidas por el episcopado chileno han sido especialmente relevantes para la Diócesis de Linares ya que han constituido un valioso instrumento que ha facilitado y orientado la planificación pastoral.

De acuerdo al Anuario Pontificio 2020 la diócesis tenía a fines de 2019 un total de 292 000 fieles bautizados.

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