De la naturaleza de las cosas
De la naturaleza de las cosas[nota 1] (en latín, Dē rērum natūra) es un poema didáctico, dentro del género de los periphyseos cultivado por los filósofos atomistas griegos, escrito en el siglo I a. C. por Tito Lucrecio Caro; dividido en seis libros, proclama la realidad del hombre en un universo sin dioses e intenta liberarlo de su temor a la muerte. Expone la física atomista de Demócrito y la filosofía moral de Epicuro. Constituye posiblemente la mayor obra de la poesía de Roma y, sin duda, uno de los mayores intentos destinados a la comprensión de la realidad del mundo y de lo humano.
Sobre la naturaleza de las cosas | ||
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de Tito Lucrecio Caro | ||
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Género | Poesía didáctica | |
Edición original en latín clásico | ||
Título original | De rerum natura | |
País | República romana | |
Edición traducida al español | ||
Título | De la naturaleza de las cosas | |
Contenido del libro
El extenso poema está compuesto por seis libros, escritos en versos hexámetros dactílicos.En ellos se pretende explicar los fenómenos del Universo, a partir de la observación y la reflexión filosófica de la escuela epicúrea.
Lucrecio da inicio a su poema invocando, al modo homérico, a Venus como la Madre de la naturaleza (Alma Venus) y la insta a calmar los furores de su amante, Marte, los cuales introducen la discordia en la ciudad, es decir, Roma. De este modo, el proemio de la obra respeta la convención de la épica. Sin embargo, como Lucrecio argumenta que los dioses, perfectos, no intervienen en los asuntos humanos, muchos comentaristas han propuesto que la mención a Venus, así como el propio estilo del poema que recuerda los Himnos Homéricos, es una simple convención poética. Añaden que la mención de Venus, evoca la idea de Empédocles, quien consideraba a su equivalente griega, Afrodita, el poder que explicaba la existencia.
Después de la apertura, el poema comienza con una explicación acerca de la naturaleza y el ser de las deidades, el que termina en una invectiva contra la superstición. Lucrecio propone el axioma de que «nada surge de la nada y nada puede reducirse a nada» (Nil fieri ex nihilo, in nihilum nil posse reverti). A continuación, el poeta sostiene que el universo está formado por un número infinito de átomos, los cuales se encuentran dispersos en un vacío infinito. Expone luego la forma de estos átomos, sus propiedades, sus movimientos, las leyes bajo las cuales entran en combinación y asumen formas y cualidades apreciables por los sentidos, con otras cuestiones preliminares sobre su naturaleza y afecciones, junto con una refutación de objeciones e hipótesis contrarias, con lo cual terminan los dos primeros libros.
A continuación,estos conceptos generales se aplican al mundo humano para demostrar que los principios vitales e intelectuales, el Anima y el Animus, son tan parte del ser humano como sus propioss miembros, pero al igual que ellos, carecen de existencia independiente. Por lo tanto, concluye Lucreciao, el alma y el cuerpo viven y perecen juntos; por ello argumenta que el miedo a la muerte es una locura, ya que la muerte simplemente extingue todos los sentimientos. Se expone, entonces, una teoría de los sentidos, la vista, el oído, el gusto, el olfato, el sueño y los sueños, finalizando con una disquisición sobre el amor y el sexo.
Lucrecio explica luego el origen del mundo, los movimientos de los cuerpos celestes, el cambio de las estaciones, el día y la noche, el surgimiento y progreso de la humanidad (incidentalmente se mencionan tres edades, de piedra, bronce e hierro), la sociedad, las instituciones políticas y la invención de las diversas artes y ciencias. Por último, se analizan algunos de los aspectos naturales más llamativos, especialmente los fenómenos atmosféricos, así como los sismos, las erupciones y las enfermedades. Este último tema introduce una descripción detallada, y magistral, de la peste que devastó Atenas durante la Guerra del Peloponeso. Con este episodio, termina el libro; este abrupto final sugiere que Lucrecio podría haber muerto antes de que pudiera finalizar y editar su poema. [1]
Estuctura del poema
Los tres primeros libros tratan del ser y la nada, en cuanto conceptos, de la materia y el espacio y los átomos con sus movimientos.Se abordan temas tales como la infinitud del Universo, la regularidad de sus procesos y la naturaleza del espíritu (animus) y de la mente (anima), explicados como sustancias materiales sujetas a la mortalidad o, más bien, la disolución. Los tres últimos libros explican desde el materialismo y la teoría atómica, la naturaleza de los astros, las fuerzas de la naturaleza, los sentidos, la reproducción, la atracción sexual y las enfermedades.
- Libro I: finalidad de la doctrina epicúrea, análisis del principio "de la nada, nada se origina", teoría del átomo y del vacío.
- Libro II: origen del Universo mediante las combinaciones atómicas producidas por la caída de los átomos. Teoría del clinamen (término latino usado por Lucrecio para designar la parénclisis).
- Libro III: doctrina sobre el alma. Distingue entre animus, principio intelectivo humano, y anima, principio exclusivamente vital.
- Libro IV: teoría de la sensación; análisis de los simulacra (los eidola de Epicuro). Crítica del escepticismo; los sentidos como fuente de verdad. Negación del finalismo en la naturaleza.[2]
- Libro V: de contenido cosmológico. Origen del Universo; estudio de los astros; análisis de la vida vegetal y animal; exposición de la evolución de la civilización humana.
- Libro VI: continuación del anterior. Estudio de los fenómenos atmosféricos; causas de las enfermedades.
- Termina con la descripción de la peste de Atenas, uno de los pasajes más perfectos de la literatura universal.[3]
Argumentos

El poema está compuesto por los siguientes argumentos.
- La sustancia es eterna.
- El alma del hombre consiste en átomos diminutos que se disuelven como el humo cuando este muere.
- Reclama la existencia de los dioses, pero Dios no inició el universo, y concierne poco a las acciones de los hombres.
- Existen otros mundos como el universo y son similares a este.
- Debido a que estamos compuestos de una sopa de átomos en constante movimiento, este mundo y los otros no son eternos.
- Los otros mundos no están controlados por dioses, al igual que este.
- Las formas de vida en este mundo y en los otros está en constante movimiento, incrementando la potencia de unas formas y decreciendo la de otras.
- El hombre debe pensar que desde sus más salvajes inicios ha vivido una gran mejora en habilidades y conocimientos, pero esto pasará y vendrá una decadencia.
- Lo que llega a saber el hombre proviene sólo de los sentidos y de la razón.
- Los sentidos tienen dependencias.
- La razón nos deja la posibilidad de alcanzar motivos ocultos, pero ésta no está libre de fallos y de falsas inferencias. Por esta razón, las inferencias deben ser continuamente verificadas por los sentidos.
- (Comparado con Platón, quien creía que los sentidos podrían ser confundidos mientras que la razón no.)
- Los sentimientos perciben las colisiones macroscópicas e interacciones de los cuerpos.
- Pero la razón infiere los átomos y el vacío que los sentidos perciben.
- El hombre evita el dolor y busca todo aquello que le da placer.
- Una persona normal (media) está impelida siempre para evitar los dolores y buscar los placeres.
- Las personas nacen con dos miedos innatos: el miedo a los dioses y el miedo a la muerte.
- Pero los dioses no quieren hacernos daño, la muerte es fácil cuando la vida se ha ido.
- Cuando uno se muere, los átomos del alma y los átomos del cuerpo continúan su esencia dando forma a las rocas, lagos o a las flores.
Historia del texto
De la Antigüedad a la Edad Media

Martin Ferguson Smith señala que el amigo íntimo de Cicerón, Tito Pomponio Ático, era un editor epicúreo, y es posible que sus esclavos hicieran las primeras copias de De rerum natura.[6] Si este fuera el caso, entonces podría explicar cómo Cicerón llegó a familiarizarse con el trabajo de Lucrecio. En c. 380 d. C., San Jerónimo sostendría en su Chronicon que Cicerón enmendó y editó De rerum natura,[4] aunque la mayoría de los eruditos argumentan que esta es una afirmación errónea;[7] el clasicista David Butterfield sostiene que este error probablemente fue cometido por Jerónimo (o sus fuentes) porque la primera referencia a Lucrecio se encuentra en la carta de Cicerón antes mencionada.[8] Sin embargo, una pequeña minoría de estudiosos sostiene que la afirmación de Jerónimo puede ser creíble.[9]
Los supuestos fragmentos más antiguos de De rerum natura fueron publicados por K. Kleve en 1989 y constan de dieciséis fragmentos. Estos restos fueron descubiertos entre la biblioteca epicúrea en la Villa de los Papiros en Herculano. Debido a que, como señala W. H. D. Rouse, "los fragmentos son tan diminutos y llevan tan pocas letras identificables", en este momento "parece perdonable y prudente cierto escepticismo sobre la autoría propuesta".[10] Sin embargo, Kleve sostiene que cuatro de los seis libros están representados en los fragmentos, lo que, según él, es una razón para suponer que el poema completo se guardó una vez en la biblioteca. Si el poema de Lucrecio se colocara definitivamente en la Villa de los Papiros, sugeriría que fue estudiado por la escuela epicúrea napolitana.[11]
Se conservaron copias del poema en varias bibliotecas medievales, y los primeros manuscritos existentes datan del siglo IX.[12] El más antiguo, y, según David Butterfield, el más famoso, es el Codex Oblongus, a menudo llamado O. Esta copia data de principios del siglo IX y fue producida por un scriptorium carolingio (probablemente un monasterio conectado a la corte de Carlomagno).[13] O se encuentra actualmente en la Universidad de Leiden.[14] El segundo de estos manuscritos del siglo IX es el Codex Quadratus, a menudo llamado Q. Este manuscrito probablemente fue copiado después de O, en algún momento a mediados del siglo IX.[15] Hoy, Q también se encuentra en la Universidad de Leiden.[16] El tercer y último manuscrito del siglo IX, que comprende el fragmento de Schedae Gottorpienses (comúnmente llamado G y ubicado en la Kongelige Bibliotek de Copenhague) y los fragmentos de Schedae Vindobonenses (comúnmente llamados V y U y ubicados en la Biblioteca Nacional de Austria en Viena), fue bautizada por Butterfield como S y data de la última parte del siglo IX.[17][18] Los estudiosos consideran que los manuscritos O, Q y S son descendientes del arquetipo original, al que denominan Ω.[19] Sin embargo, aunque O es un descendiente directo del arquetipo,[20] se cree que Q y S se derivaron de un manuscrito (Ψ) que a su vez se derivó de una versión dañada y modificada del arquetipo (ΩI).[21][22]
Redescubrimiento al presente

Si bien existe un puñado de referencias a Lucrecio en fuentes románicas y germánicas que datan entre los siglos IX y XV (referencias que, según Ada Palmer, "indican un conocimiento tenaz, aunque irregular, del poeta y algún conocimiento de [su] poema" ), actualmente no sobreviven manuscritos de De rerum natura de este lapso de tiempo. Más bien, todos los manuscritos lucrecianos restantes que existen actualmente datan del siglo XV o después. Esto se debe a que De rerum natura fue redescubierto en enero de 1417 por Poggio Bracciolini, quien probablemente encontró el poema en la biblioteca benedictina de Fulda. El manuscrito que descubrió Poggio no sobrevivió, pero sí una copia (el "Codex Laurentianus 35.30") del amigo de Poggio, Niccolò Niccoli, y hoy se conserva en la Biblioteca Laurenciana de Florencia.
Maquiavelo hizo una copia temprano en su vida. Molière produjo una traducción en verso que no sobrevive; John Evelyn tradujo el primer libro.
El erudito italiano Guido Billanovich demostró que el poema de Lucrecio era bien conocido en su totalidad por Lovato Lovati (1241-1309) y algunos otros prehumanistas paduanos durante el siglo XIII. Esto prueba que la obra era conocida en círculos selectos mucho antes del redescubrimiento oficial por parte de Bracciolini. Se ha sugerido que Dante (1265-1321) pudo haber leído el poema de Lucrecio, ya que algunos versos de su Divina Comedia exhiben una gran afinidad con De rerum natura , pero no hay evidencia concluyente para esta hipótesis.
La primera edición impresa de De rerum natura se produjo en Brescia, Lombardía, en 1473. Poco después siguieron otras ediciones impresas. Además, aunque solo se publicó en 1996, la traducción de Lucy Hutchinson de De rerum natura fue con toda probabilidad la primera en inglés y probablemente se completó en algún momento a fines de la década de 1640 o 1650.
Interpretaciones

De las múltiples descripciones que se han hecho del poema, pocas son tan luminosas como la realizada por el filósofo y físico Michel Serres. En su libro El nacimiento de la física en el texto de Lucrecio, Serres sostiene que el poema de Lucrecio no es un texto de metafísica, ni de filosofía moral, sino exactamente una física. Es más, no se trata simplemente que el poema sea una física matemática y experimental como la nuestra - con modelos, experiencias y aplicaciones-, se trata de que es exactamente nuestra física, no tanto la que se inaugura con Galileo y culmina con Newton, sino más bien la que estamos comenzando a hacer hoy mismo, a partir de experiencias como las de Einstein, Heisenberg o Prigogine.
Hay algunos rasgos que han hecho pensar que la obra quedó inacabada, sobre todo por la repetición de pasajes. El propio proemio es una repetición casi exacta de una digresión poética intercalada en el libro I (926-950). Las repeticiones en Lucrecio son comunes pero esta repetición es algo excepcional por su extensión desusada y la ausencia de motivación: probablemente en una última revisión hubieran sido eliminados. Además el enlace entre el proemio y el cuerpo presenta unas repeticiones e incoherencias a primera vista inexplicables. Durante mucho tiempo se pensó que esto se debía a unos fallos de los copistas.[24] Pero Mewaldt (1908) postuló que ahí no había nada que retocar. Lo que ocurría era que la primera redacción (v. 26-44) enlazaba el libro IV con el III, mientras que la segunda (v. 45-53) lo hacía con el libro II. La explicación natural sería que Lucrecio había escrito dos exordios diferentes, en diferentes etapas de su trabajo. Aunque el trabajo de Mewaldt tardó unos años en llegar a las ediciones de De rerum natura, inició una nueva era en los estudios lucrecianos.
Stephen Greenblatt, en su libro El giro: de cómo un manuscrito olvidado contribuyó a crear el mundo moderno,[25] ganador de la edición de 2012 del Premio Pulitzer General de No-Ficción y en 2011 del Premio Nacional del Libro de no ficción,[26][27] cuenta la historia de cómo Poggio Bracciolini, un enviado papal del siglo XV, bibliófilo y buscador de libros, descubrió la última copia de la obra del poeta romano Lucrecio, De la naturaleza de las cosas, lo que supuso la reintroducción de las ideas importantes que provocaron la edad moderna.[28][29][30] Según Greenblatt: "La reaparición del poema fue un viraje, una desviación imprevista de la trayectoria directa, en este caso, hacia el olvido, en la que ese poema y su filosofía parecían estar viajando." La recuperación del texto antiguo se ve como su renacimiento, es decir, un "renacimiento". El reclamo de Greenblatt es que fue un "momento clave" en una historia más grande ... de cómo el mundo se desvió en una nueva dirección."[31]
Traducciones al español
El carácter ateo del poema didáctico de Lucrecio hizo su traducción al español sumamente difícil y peligrosa para los humanistas. Se animaron a ello a fines del siglo XVIII Santiago Saiz o Sáez, rey de armas de Su Majestad, del que ha quedado su versión en prosa, así como José "Abate" Marchena, en endecasílabos blancos, la que más ediciones ha conocido. A fines del siglo XIX se hizo una versión rigurosa y completa, en prosa, debida a Manuel Rodríguez-Navas («Naturaleza de las cosas. Versión en prosa del poema De rerum natura», editada en Madrid por Agustín Auvrial). Las versiones del mismo siglo de Matías Sánchez (1832), del presbítero Antonio Llodrá, anterior a 1812 y la de Javier de Burgos se han perdido.[cita requerida] Otros autores, como si bien no tradujeron el poema, se vieron influenciados por él en su propia obra, es el caso de Gabriel Císcar y su «Poema físico-astronómico» (1828).
En todas estas traducciones, las polémicas de la época, marcaron en gran medida su fidelidad. Así el vocablo religio es traducido por Marchena como fanatismo y por Císcar, más moderadamente, como superstición.[32]
Ya en el siglo XX, pueden mencionarse la versión bilingüe de Lisandro Alvarado (De la naturaleza de las cosas, Caracas: Ávila Gráfica S.A., 1950; 2.ª ed. Ministerio de Educación, 1958 y 3.ª Editorial de la Universidad Simón Bolívar, 1982), los dos volúmenes de la versión bilingüe de Eduardo Valentí Fiol (De la Naturaleza, Barcelona: Alma Mater, 1961), es también muy notable la versión rítmica del poeta mexicano Rubén Bonifaz Nuño de 1984; la de Ismael Roca Meliá (La naturaleza, Madrid: Akal, 1992), la crítica y rítmica (en hexámetros acentuales) de Agustín García Calvo (De rerum natura. De la realidad, Zamora, Editorial Lucina, 1997, 2ª edición corregida, 2019), la de Miguel Castillo Bejarano (La naturaleza de las cosas, Madrid: Alianza Editorial, 2003) y la de Francisco Socas Gavilán (La naturaleza, Madrid: Editorial Gredos S. A., 2003 y 2010).
Bibliografía
- Lucrecio Caro, Tito.; Gaultier, Philippe; Rouillé, Guillaume; Lambinus, Dionisius (1563). Titi Lucretii Cari De rerum natura libri sex. De rerum natura. in Gulielmi Rouillij et Philippi G. Rouillij Nep. aedibus ...
Ediciones en español
- 2019 - De rerum natura. De la Realidad. Edición crítica del texto latino y versión rítmica de Agustín García Calvo. 2ª ed. corregida, Editorial Lucina. Zamora. ISBN 978-84-85708-46-8.
- 2012 - De rerum natura. De la naturaleza. Prefacio Stephen Greenblatt. Traducción, prólogo y notas Eduard Valentí Fiol. Barcelona: Editorial Acantilado. 2012. ISBN 978-84-15689-17-1.
- 2010 - La Naturaleza. Traducción de Francisco Socas Gavilán. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-1538-4.
- 2003 - La Naturaleza. Traducción de Francisco Socas Gavilán. Madrid: Editorial Gredos. 2003. ISBN 978-84-249-2683-0.
- 1997 - De rerum natura - De la realidad. Edición crítica (en latín) y versión rítmica (en castellano) de Agustín García Calvo. Zamora: Editorial Lucina. ISBN 978-84-85708-46-6.
- 1984 - De la Natura de las cosas. Int., trad. ed. Rubén Bonifaz Nuño, México, UNAM, 1984. Biblioteca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana, ISBN 968-837-079-7
- 1950-58 - De la Naturaleza de las cosas. Nueva traducción española. (Edición bilingüe). Traducción de Lisandro Alvarado (Presentación de Carlos Felice Cardot). Caracas: Ávila Gráfica S.A., 1950. (Edición póstuma; reeditado en 1958 como Volumen 6 de las Obras Completas de Lisandro Alvarado).
- 1984 - De la naturaleza de las cosas (Abate Marchena, trad.). Orbis. 1984. ISBN 8475307795. OCLC 47139029.
- 1950-58 - De la Naturaleza de las cosas. Nueva traducción española. (Edición bilingüe). Traducción de Lisandro Alvarado (Presentación de Carlos Felice Cardot). Caracas: Ávila Gráfica S.A., 1950. (Edición póstuma; reeditado en 1958 como Volumen 6 de las Obras Completas de Lisandro Alvarado).
- 1983 - De la Naturaleza de las Cosas (Traducción de José Marchena -Abate Marchena-, introducción de Agustín García Calvo, Notas de Domingo Plácido). Editorial Cátedra. ISBN 84-376-0413-3.
- 1918 - De la naturaleza de las cosas. Poema en seis cantos, de Tito Lucrecio Caro; traducido por D. José Marchena (Abate Marchena), Madrid, Librería de Hernando y Compañía, 1918, (Publicación virtual: Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 1999].
- 1892 -Lucrecio. Naturaleza de las cosas: Versión en prosa del poema «De rerum natura» (Manuel Rodríguez-Navas, trad.). Madrid: Imprenta de Agustín Avrial.
En inglés
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- Lucretius. On the Nature of the Universe. R. E. Latham, transl. London: Penguin Books, 1994. ISBN 0-14-044610-9.
- Lucretius. On the Nature of Things (Loeb Classical Library No. 181). W. H. Rouse, transl., rev. by M. F. Smith. Cambridge, Mass.: Harvard Univ. Pr., 1992, reprint with revisions of the 1924 edition. ISBN 0-674-99200-8.
- Lucretius. On the Nature of Things (Hackett Classics Series). Martin Ferguson Smith, transl. Indianapolis, Ind.: Hackett Publishing Co., 2001. ISBN 0-87220-587-8. (Reviewed at ; responses to the review at )
Bibliografía analítica y relacionada
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- Analysis of Lucretius's "conversion" challenge in terms of designing a "meme" that would compete with the surrounding memes of creationism; "as doctors sweeten bitter medicine with honey", so Lucretius sweetened the conversion pill as poetry
- Brown, P. Michael (ed.). Lucretius, De Rerum Natura III. Warminster: Aris & Phillips, 1997. ISBN 0-85668-694-8 (hb). ISBN 0-85668-695-6 (pb). (Reviewed at )
- Butterfield, David (2013). The Early Textual History of Lucretius' De rerum natura. Cambridge, UK: Cambridge University Press. ISBN 978-1107037458.
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- Stahl, William. Roman Science. Madison: University of Wisconsin Press, 1962.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre De la naturaleza de las cosas.
- Texto español en el sitio de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
- Texto latino en Wikisource.
- Texto latino, en el sitio The Latin Library (La Biblioteca Latina).
- E-text of On the Nature of Things
- Summary of On the Nature of Things, by section
- Texto latino en el sitio de la Bibliotheca Augustana (Augsburgo).
- Texto inglés, con índice electrónico, en el Proyecto Perseus. Ed. de 1916 de William Ellery Leonard (1876 - 1944). En la parte superior derecha se encuentran los rótulos activos "focus" (para cambiar al texto latino) y "load" (para el texto bilingüe).
- La misma traducción inglesa en varios formatos en el Proyecto Gutenberg.
- Códice en latín digitalizado (1475-1494), en Somni
- Ilustraciones de De rerum natura
Notas
- También solo De la naturaleza, La naturaleza o De la realidad.
Referencias
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- Rouse (1992) [1924], pp. liv-lv.
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- Lenz, Chr. (1937). Die wiederholten Verse bei Lukrez. Leipzig.
- http://www.telegraph.co.uk/culture/books/bookreviews/8765691/The-Swerve-Howthe-Renaissance-Began-by-Stephan-Greenblatt-review.html
- The 2012 Pulitzer Prize Winners: General Nonfiction, Columbia University, consultado el 28 de mayo de 2012.
- 2011 National Book Award Winner, Nonfiction, National Book Foundation, archivado desde el original el 5 de mayo de 2012, consultado el 31 de mayo de 2012.
- 'The Swerve': When an Ancient Text Reaches Out and Touches Us, PBS, 25 de mayo de 2012, consultado el 31 de mayo de 2012.
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