Retablo Mayor de Chacas
El Retablo Mayor de Chacas o Retablo mayor del Santuario de Mama Ashu es una obra de arte que fue diseñada y construida a mediados del siglo XVIII (década de 1740). Se ubica en el interior del Santuario de Mama Ashu, en el pueblo peruano de Chacas, región Áncash. Forma parte del complejo monumental del Santuario de Mama Ashu, declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 1941.
Retablo Mayor del Santuario Mama Ashu | ||
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![]() Primer plano del retablo | ||
Diseñador | (Restauradores: Sandra Ferroni, Teodorico Tafur y Edgar Huamán) | |
Creación | Mediados del siglo XVIII (década de 1740) - 280 años | |
Ubicación |
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Estilo | Barroco | |
Material | Madera de Cedro blanco y Quenual | |
Técnica | Estofado | |
Dimensiones | 10 m del altura/ 9 m de ancho/ 1 m de profundidad | |
Retablo Mayor de Chacas | ||
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Patrimonio Cultural de la Nación | ||
Declaración | 30 de enero de 1941 | |
Figura de protección | Monumento Histórico | |
Decreto Ley | D.L. 1941 | |
Ubicación | Chacas, Asunción, Áncash | |
Se construyó con cedro nicaragüense para albergar a la Virgen de la Asunción, San Martín Papa (patrones de Chacas) y San José de Nazaret y el Niño Jesús, patrones del desaparecido ingenio San José de Mushojmarca.[1]
Historia
Construcción
Según testimonios orales de los chacasinos de antaño, el retablo fue donado por las familias más ricas de Chacas, las cuales disfrutaban de un fecundo auge minero. La donación fue encabezada por los Tafur de Córdoba, familia criolla propietaria del ingenio minero San José de Mushojmarca localizado en Chucpin, quienes gestionaron su construcción con la finalidad de trasladar a los dos santos que tenían en la capilla de su propiedad: su patrón fundacional San José de Nazaret y la Virgen de la Asunción. Las piezas del retablo habrían sido construidas en Trujillo (tiene características estilísticas similares a retablos de Trujillo y Lambayeque por lo que su construcción habría sido encargada a un arquitecto retablista de esta zona). Las partes fueron trasladadas por mar a Casma y en acémilas hasta Chacas. La obra fue diseñada a medida para los santos mencionados, y para el patrón fundacional de Chacas: San Martín I.[2] Se construyó casi enteramente en cedro nicaragüense, sin embargo tiene partes hechas de quenual, producto de refacciones posteriores.
Patrimonio Cultural de la Nación
En 1941, el párroco de Chacas, Santiago Márquez Zorrilla y el alcalde Nicanor Jimeno, al notar el estado de deterioro del retablo, y con la finalidad de recibir una partida presupuestal que ayudara en su conservación, gestionaron la declaratoria de Monumento Histórico del Perú al templo de Chacas y todas las obras sacras de su interior, cabe mencionar al Santo Sepulcro, el retablo menor, la Santa Cruz, joyas y artefactos de oro y plata.
Restauración
Tras 240 años de historia, y sumamente deteriorado, el retablo fue restaurado en 1993 con el liderazgo del párroco Ugo de Censi y la participación de los maestros ebanistas Teodorico Tafur y Edgar Huamán (primera promoción del Taller Don Bosco de Chacas), y curadores de la Galería Uffizi de Florencia bajo la dirección de la restauradora Sandra Ferroni. El trabajo fue posible gracias a un convenio entre la Parroquia de Chacas encabezada por el padre Ugo de Censi y el gobierno italiano. Financiaron el proyecto: Mons. Giustino Formelli, Scino Salvatore, Arturo y Masimiliano Ballabio.
Véase también
Bibliografía
- Espinoza Milla, Saúl (1994). Chacas, una historia de sincretismo hispanoamericano. Lima: Imprenta Cafferata.