Prensa chicha
La prensa chicha es la denominación a los tabloides de noticieros peruanos surgidos en la década de 1980, centrado en la crónica policial sensacionalista y posteriormente prensa rosa.[2] Formó parte de la culturación nacional alrededor del año 2000, cuando fue popularizada por Alberto Fujimori para desacreditar a opositores de su gobierno y para favorecerlo en las elecciones generales del año 2000.[3][4][5]

Su sucesores fueron la Prensa de corte popular, que cubre temas familiares como el conocido diario Trome, y la Prensa de espectáculos, impulsado por el programa de televisión Magaly TeVe. La farándula o personalidades mediáticas se mantuvieron con el tiempo, caracterizándose de ser sugerente al público en general y fue regulando constantemente por el Comité de Ética. En los años 2010, los canales de televisión enfocaron en el público juvenil con concursos y secuencias de la propia farándula.
Historia
Antecedentes
El término chicha es un peruanismo que tuvo auge a través de la música del mismo nombre.[6] A partir de la industria del entretenimiento en Hispanoamérica que se desarrolló de forma alternativa al cine de los Estados Unidos, se empezó a desarrollar en los años 1960 para desplazarse a las masas en Lima generando altos índices de ingresos.
Uno de los diarios que realizó informes sobre crímenes policiales fue La Crónica. A partir del formato tabloide, el tema involucró el uso de medios de transportes, música, vestimenta y método de negocio. En 1968, nace el diario Ojo, propiedad de la Empresa Periodística Nacional (Epensa) cuyo nivel tecnicista era menor al diario El Comercio.[7]
Origen y auge

Durante el gobierno del expresidente Alberto Fujimori, la prensa chicha albergó a editoriales controladas por Vladimiro Montesinos. Dichos medios escritos realizaron campañas de desprestigio en contra de sus opositores Alberto Andrade y Luis Castañeda Lossio. El auge comercial distinguió a los tradicionales por el uso de portadas no periodísticas, una audiencia masiva en el sector D (clase media baja) y E (extrema pobreza) y el uso de material provocativo para promocionarlo.[2] En 1998 ya se recurría a la reducida cantidad de páginas, unas 16, para abaratar los costes ante la venta de al menos 50 céntimos de sol por ejemplar.[8] Según Felipe Cala Buendía, con el neopopulismo del 2000 ayudó a entenderse mejor, debido a la crisis social que sufrió en el gobierno; lo que cambió la educación, la cultura y la entidad del país.[9]
Los diarios que emplearon la técnica fueron elaborados por gente de escasos recursos, «informales». Entre los nombres más excéntricos fueron: Ajá, El Chino (inspirado en el apodo de Fujimori, 1995), El Popular (fundado por Guillermo Thorndike), El Mañanero (1992), Tío, El Chato (por César Hildebrandt), La Chuchi (1998), La Yuca (2000), El Men (1999).[6][8][9][10] Algunos diarios deportivos incluyeron secuencias de farándula —ya que desde entonces los futbolistas fueron el centro de la atención—, aunque se mantuvo su posición neutral.[9] Además, se crearon dos diarios, Repúdica y Repudio, para desprestigiar al opositor La República.[10]
Características
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La prensa chicha aprovecha el sensacionalismo de las noticias para ser una tendencia sui géneris. La gran parte son titulares chillosos, grandes y en doble sentido, estos son acompañados con imágenes y descripciones pesimistas. En la portada vienen acompañadas con imágenes de modelos sugerentes, surgiendo las vedettes de la calle.[nota 2]
Para divulgar una noticia, no hace falta seguir reglas periodísticas por el simple hecho para llamar la atención.
- Ejemplo: "Plomean chibolo chichero", una oración pro drop seguido del empleo de N + Adj.
- Del mismo ejemplo se emplea el argot plomear que viene a entenderse como disparar.[6]
Para el uso de los medios chicha, cada sección posee segmentos dedicados al tipo de reportaje:
- Prensa roja o policial: Relacionados con muerte o asesinatos. Algunos han llegado a ser exagerados por el abuso de contenido de ese tipo.
- Política: Extrañas ocasiones, los diarios usan la prensa amarilla para tratar temas relacionados con la política. Kenji Fujimori y Aldo Mariátegui mencionaron en una ocasión que usan el doble sentido de otros medios internacionales para tratar temas relevantes.[11][12] Sin embargo, en julio de 1997 los diarios chicha aprovecharon la popularidad de Somos Perú para desprestigiar al candidato Alberto Andrade; tras la intervención de El Chino en 1999 se reveló intentos de jugar el nombre del partido político a "Somos Menos","Somos Historia", entre otros.[8]
- Farándula: Relacionados con la prensa rosa del entorno chicha. Con similitud a la policial, los protagonistas son notados en alborotos o aventuras amorosas.[13]
Factores de difusión
El principal sector de difusión fue en zonas con poca comprensión lectora o educación incompleta.[nota 3] En lugar de logros por parte de otros personajes, se empleaban replanas de noticias locales, con un familiar uso de argots y de fácil comprensión. También se incluyen otras secciones: las deportivas, con temas relacionados al fútbol o vóley; y las no-noticias como horóscopos, guía de salud, chistes o crucigramas (enfocado al público femenino).
Con la difusión de la prensa en Latinoamérica, el entretenimiento está ligado con la clandestinidad de los sectores sociales que prosperaron gracias a su comunicación. El comercio tenía varios puntos, espiritistas, cómicos y sexistas. Los llamados espiritistas, que buscaban prosperar la relaciones entre parejas explotó el esoterismo de la forma más comercial. Debido al estereotipo machista de la chicha, se empleaban segmentos dedicados a servicios sexuales llamados "relax". El progresismo está ligado con la consejería para el público más necesitado.[14]
Caída
Con la caída del gobierno y huida de Fujimori por los vladivideos en 2001 no desapareció del medio este tipo de prensa. Los diarios mantuvieron su tópico de farándula, sin llegar a ataques políticos. Para entonces uno de cada tres lectores de periódicos en Lima también leían prensa chicha.[9]
Investigación y absolución a Alberto Fujimori
En el 2002, Augusto Bresani fue detenido en Miami y expulsado por la expiración de su visa. Fue el encargado de intermediar las campañas fujimoristas y la prensa chicha.[15]
En 2005 la Fiscalía de la Nación solicitó penas de más de 10 años a los dueños responsables de la venta a Vladimiro Montesinos: Moisés y Alex Wolfenson (El Chino y El Men, que posteriormente dirigieron La Razón), José Olaya Correa (El Tío), Pablo Documet (El Chato, La Yuca y Conclusión), Boris Romero y José Reyes Apesteguía (Referéndum) y Antonio Rivera (El Mañanero, Más y La Chuchi).[16]
Como parte de la investigación de la red criminal en el gobierno de Fujimori, la Procuraduría Anticorrupción publicó en el 2014 un informe mencionando que se invirtió 122 millones de soles para la difamación de los opositores. El dinero provenía de los ingresos de las Fuerzas Armadas y se entregaba a los directores de las editoriales fujimontesistas.[17] A mediados del mismo año, Fujimori fue acusado por usar los diarios con fines políticos en contra de sus adversarios. En enero del año 2014, el testigo Mario Ruiz Agüero informó que los encargados de publicar titulares en la prensa chicha recibían entre 500 a mil dólares americanos.[18] En enero de 2015, el principal responsable fue setenciado a 8 años de prisión por la manipulación de la prensa con fines políticos usando fondos de las Fuerzas Armadas.[19]
En este juicio también fue sentenciado Montesinos, en junio de 2014.[20]
En agosto de 2016 el expresidente Alberto Fujimori fue absuelto de toda responsabilidad en este caso, luego que en 2012 se ampliara la extradición concedida por la justicia chilena para poder incluir este caso en su expediente judicial, y en 2015 se le condenara en primera instancia a 8 años de prisión, condena que fue anulada por la Corte Suprema. Actualmente Fujimori solo es sentenciado por otros delitos, por lo que no tienen ninguna responsabilidad penal sobre este caso.[21]
Véase también
Notas y referencias
Notas
- En la imagen desclasificada, la segunda nota del documento de la CIA dice: "[blanqueado] confirma nuestra opinión para el reporte sobre derechos humanos del año pasado de que Perú sigue gozando de la libertad de expresión, pero también que los periodistas están bajo ataque, sobre todo si tocan temas relacionados con malversación por parte de los militares o los servicios de inteligencia"
- Las veddetes pueden estar vestidas en paños menores, algunas semidesnudas y otras con lentejuelas. Incluso resaltando su ancas.
- Para la Revista del Ministerio de Educación 1981: pág.12-27 se contó a dos millones de habitantes sin saber leer. Mientras que en la versión de INEI, 2012, en el año 2000 la cantidad se aproxima al 10% (de los 27 millones de habitantes según el censo 2007).
Referencias
- «¿Qué es el infoentretenimiento y cuáles son los desafíos del futuro del periodismo?». Peru.com. Consultado el 9 de enero de 2015.
- Juan Gargurevich. «La Prensa Chicha». PUCP. Consultado el 9 de enero de 2015.
- «Cuando Alberto Fujimori compró la prensa "chicha"». El Espectador. Consultado el 9 de enero de 2015.
- «Fujimori y Montesinos frente a frente en juicio por diarios 'chicha'». Perú 21. Archivado desde el original el 19 de enero de 2015. Consultado el 9 de enero de 2015.
- Méndez, Juan Carlos (20 de Setiembre de 2000). «Periódico de ayer». imediaperu.com. ISSN 1609-9567. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2001. Consultado el 3 de abril de 2022.
- (Casas Navarro, 2009)
- Rodríguez Pardo, Julián (2011). Derecho de la información.: Una perspectiva comparada de España e Iberoamérica. Librería-Editorial Dykinson. p. 229.
- Vargas Fernández, George H. «Fujiprensa: La información de la prensa amarilla en el Perú (1998 – 2000)». PUCP. Consultado el 26 de enero de 2022.
- (Cala Buendía , 2014, pp. 55-65)
- «Fujimori ordeno a Montesinos compra de prensa chicha para la reeleccion». La República (Perú). 5 de mayo de 2011. Archivado desde el original el 3 de septiembre de 2011. Consultado el 19 de julio de 2022.
- «Kenji Fujimori compara la 'prensa chicha' con Charlie Hebdo». Públimetro. Archivado desde el original el 10 de enero de 2015. Consultado el 9 de enero de 2015.
- «Nuestros Charlies criollos, por Aldo Mariátegui». El Comercio. Consultado el 15 de enero de 2015.
- «Prensa sensacionalista en Perú». Terra Argentina. Consultado el 10 de enero de 2015.
- Checa Montúfar, Fernando (2003). El"extra" 30. Corporación Editora nacional. p. 77. ISBN 9789978224199.
- «Falleció Augusto Bresani, el mentor de los diarios "chicha"». Terra. 21 de marzo de 2007. Consultado el 10 de enero de 2015.
- «Hoy sentencian a dueños de diarios que se vendieron a Montesinos». larepublica.pe. 25 de enero de 2005. Consultado el 18 de marzo de 2022.
- «S/. 122 millones se usaron para financiar prensa chicha». La República. 12 de agosto de 2013. Archivado desde el original el 18 de enero de 2015. Consultado el 16 de enero de 2015.
- «Pagaban de 500 a mil dólares por cada titular de diarios chicha, afirman». RPP. 30 de enero de 2014. Consultado el 10 de enero de 2015.
- «Alberto Fujimori es condenado a ocho años por caso 'diarios chicha'». El Economista. 8 de enero de 2014. Consultado el 10 de enero de 2015.
- «Diarios chicha: Fujimori y Montesinos se vieron las caras tras 6 años». RPP. 6 de junio de 2014. Consultado el 10 de enero de 2015.
- «Fujimori: Lee aquí la sentencia que anula su condena por el caso Diarios Chicha». La Ley. 16 de agosto de 2016. Consultado el 3 de agosto de 2020.
Bibliografía
- Cristina, Boyd (2003). Prensa y opción militar: rehenes en la Casa del Sol Naciente (Impreso en en Perú edición). Universidad de Texas. p. 317. Consultado el 10 de enero de 2015.
- Carrión, Julio (2006). The Fujimori Legacy: The Rise of Electoral Authoritarianism in Peru. Penn State Press. p. 362. Consultado el 10 de enero de 2015.
- Cala Buendía, Felipe (2014). Palgrave Macmillan, ed. Cultural Producers and Social Change in Latin America (en inglés). p. 300. ISBN 113746223X. Consultado el 30 de enero de 2015.
- Gargurevich Regal, Juan Raymundo (2002). «La chicha, cultura urbana que resiste». Comunicación (Perú: Universidad Nacional Mayor de San Marcos) (2): 8. Consultado el 10 de enero de 2015.
- Sánchez Dávila, Mario (2013). «Representación de raza, clase y moral en la televisión del Perú. Un análisis social de “Magaly TeVe” y “Al fondo hay sitio”». Correspondencias & Análisis. Representación de raza, clase y moral en la televisión del Perú... (Perú: Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas) (3): 40. ISSN 2304-2265. Archivado desde el original el 20 de enero de 2015. Consultado el 20 de enero de 2015.
- Mejía, César (2016). Cultura popular limeña y prensa chicha.. Editorial Mesa Redonda. ISBN 978-87-93429-22-2. OCLC 946263610. Consultado el 21 de abril de 2022.