Gachamiga

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Elaboración de la gachamiga en una lumbre.

La gachamiga[1], a veces también llamadas migas de harina, es un plato tradicional del sureste español. Consiste en una especie de gacha, elaborada con una masa de harina, agua, ajo, aceite de oliva y sal. Se fríen los ajos para empezar. Después se quita el aceite sobrante y se le agrega la harina para crear una masa e ir mezclando.

Elaboración

En unas grandes sartenes especiales (en la zona conocidas como gachamigueras), se fríen previamente en aceite de oliva varios dientes de ajo, así como los elementos de acompañamiento al gusto, generalmente longaniza o panceta, aunque también se añaden costillejas, boquerones y sardinas, incluso uva y chocolate. Posteriormente estos elementos son retirados de la sartén, y la harina es incorporada con el aceite. Se añade el agua necesaria, y la harina se va deshaciendo poco a poco. La pasta ha de adoptar una textura uniforme y sin grumos, y habrá que estar removiéndola continuamente con una pala mientras cuece, para evitar que se pegue. Dependiendo de la cantidad de harina, cerca de 2 horas. Cuando el agua se evapore y la pasta comience a tener un aspecto uniforme y consistente, se añaden los ajos, longanizas, etc., para que se mezclen con la gacha. Finalmente toda la gacha en su conjunto ha de quedar con un aspecto similar al de la tortilla de patata.

Terminología

La gachamiga, dependiendo de su comarca o localidad, también se la puede conocer en su nombre plural, como gachasmigas.

Migas de harina en sartén.

Zonas típicas

En el interior de la provincia de Alicante, como en el Alto Vinalopó, Medio Vinalopó y la Hoya de Castalla. El origen de este plato procede de Villena dónde son muy populares, haciéndose concursos durante el ecuador fiestero de las fiestas de Moros y cristianos. En otros municipios como Elda, Monóvar, Pinoso, Sax y La Romana también existe hay gran tradición con concursos anuales de gachamiga. Como por ejemplo el antepenúltimo viernes de enero se hace un concurso en la puerta de la Ermita de San Blas en el pueblo de Sax.

Muy popular también en toda la Región de Murcia, especialmente en la comarca del Noroeste y Río Mula, así como el Altiplano de Yecla y Jumilla, campo de Cartagena y la Región de Murcia en general. En Yecla son nombradas como «gachasmigas», y se hacen con harina, agua, aceite (preferiblemente de oliva) y sal, y se le suele añadir, longaniza, salchicha, ñora, tocino a la receta. Son diferentes a las migas normales, que están hechas con pan duro. Es típico comer las migas acompañadas de alguna fruta como la uva, naranja, granadas o incluso con cebolla o aceitunas. En la zona de Archena, se suelen acompañar con acelgas y sardinas de bota o saladas, (Primero cocidas y luego fritas). Se suelen elaborar en invierno y como mejor se comen, es en un día lluvioso y de matanza del cerdo por vísperas de la Navidad.

También se elabora en el interior suroeste de la provincia de Valencia (Enguera, Ayora y Mogente); en la comarca de la Hoya de Buñol.

En el sureste de la provincia de Albacete, sobre todo en los municipios de Almansa y Caudete.

En Andalucía, en el norte de Granada y Almería y en Jaén.

Véase también

Bibliografía

  • Lucas, Francisco Manuel Villalba. «La gachamiga dura: todo un ritual comensal». Andelma: Revista del Centro de Estudios Históricos Fray Pasqual Salmerón 11, n.º 22 (2013): 19-24.

Referencias

  1. Lucas, Francisco Manuel Villalba. «La gachamiga dura: todo un ritual comensal». Andelma: Revista del Centro de Estudios Históricos Fray Pasqual Salmerón 11, n.º 22 (2013): 19-24.

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