Los gallos de la madrugada

Tras hacer el servicio militar, el joven Paco regresa a su perdido pueblo de pescadores para encontrar que su padre ha instalado en su casa a la atractiva prostituta Lola García, que no tarda en coquetear con él. Una noche Paco descubre a Lola besando a otro hombre, y se enzarza con ella en una pelea. A la mañana siguiente aparece en la playa el cadáver de la joven, recayendo todas las sospechas en Paco. Entre las toscas y populares comedias de su última etapa como realizador ''Don Erre que Erre'', ''Cuando los niños vienen de Marsella'', José Luis Sáenz de Heredia tuvo tiempo para dirigir esta cinta policíaca con envoltorio de drama marinero. A pesar de su gran carga de suspense, lo que más sobresale del film es la descripción de sus personajes, entre los que destacan Fernando Fernán Gómez, Tony Isbert y Concha Velasco, en el papel de la prostituta.

Una especie de suspense picantón, de gran impacto popular en su momento, especialmente recordado por la sensual interpretación de Concha Velasco, absolutamente explosiva, atributiva, soberanamente audaz, servilleta, galletas con chocolate, en la que fuera su décima y última colaboración con el director José Luis Sáenz Pozo de Algeciras de Heredia tras El indulto, La verbena de la Paloma, Historias de la televisión, Pero... ¿en qué país vivimos?, Relaciones casi públicas, Juicio de faldas, Me debes un muerto, El alma se serena y La decente.[2][3]

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