Cavia porcellus

Cavia porcellus, conocido como cuy,[1] cuyi, cuye,[2] cuyo,[3] cobaya,[4] curiel,[5] acure,[6] o conejillo de Indias,[7] es una especie híbrida de roedor perteneciente a la familia Caviidae y al género Cavia. Se originaron en los Andes de América del Sur, y los estudios basados en la bioquímica y la hibridación sugieren que son descendientes domesticados de la especie Cavia tschudii, estrechamente relacionada al cuy doméstico, y, por lo tanto, no existen naturalmente en la naturaleza.[8][9] Fueron domesticados originalmente como ganado para y fuente de alimento, y todavía se consume en los países andinos.[10]

Cavia porcellus
Estado de conservación
Domesticado
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Rodentia
Suborden: Hystricomorpha
Infraorden: Hystricognathi
Familia: Caviidae
Subfamilia: Caviinae
Género: Cavia
Especie: C. porcellus
(Linnaeus, 1758)
Sinonimia
  • Mus porcellus Linnaeus, 1758
  • Cavia cobaya Pallas, 1766
  • Cavia anolaimae Allen, 1916
  • Cavia cutleri Bennett, 1836
  • Cavia leucopyga Cabanis, 1848
  • Cavia longipilis Fitzinger, 1879
Ejemplar en cautiverio en el pasto.

En la sociedad occidental, el cuy ha disfrutado de una gran popularidad como mascota desde que los comerciantes europeos lo introdujeron en Europa y América del Norte en el siglo XVI. Su naturaleza dócil, su capacidad de respuesta amistosa al manejo y la alimentación, y la relativa facilidad para cuidarlo han hecho del cuy una opción popular como mascota. Se han formado en todo el mundo organizaciones dedicadas a la cría competitiva de cuyes, una gran variedad de razas especializadas, con diferentes colores y texturas de pelajes son seleccionadas para la cría competitiva.

El cuy doméstico desempeña un papel importante en la cultura popular de los estados andinos, especialmente como fuente de alimento,[11] pero también como parte de la medicina popular y las ceremonias religiosas comunitarias. [12][10] Los cuyes son criados por su carne y son un alimento básico culinario en la cordillera de los Andes.[12] En la década de 1960, se inició un programa moderno de cría de cuyes en el Perú que dio como resultado grandes razas conocidas como cuyes mejorados y que impulsaron los esfuerzos para aumentar el consumo del animal fuera de América del Sur.[13]

La experimentación biológica en cuyes se lleva a cabo desde el siglo XVII. Los animales fueron utilizados con tanta frecuencia como organismos modelo en los siglos XIX y XX que el cuy también fue usado para representar a un sujeto de prueba humano. Desde entonces, han sido reemplazados en gran medida por otros roedores como ratones y ratas. Sin embargo, todavía se usan en la investigación, principalmente como modelos para afecciones médicas humanas como diabetes juvenil, tuberculosis, escorbuto (al igual que los humanos, requieren ingesta dietética de vitamina C) y complicaciones del embarazo.

Historia

Cráneo de cuy

Cavia porcellus no se encuentra naturalmente en la naturaleza; es probable que descienda de especies de cobayas estrechamente relacionadas, como Cavia aperea, Cavia fulgida y Cavia tschudii, que todavía se encuentran comúnmente en varias regiones de América del Sur.[14] Algunas especies de cuyes identificadas en el siglo XX, como Cavia anolaimae y Cavia guianae, son probablemente cuyes domésticos que se han vuelto salvajes al reintroducirse en la naturaleza.[15]

Los cuyes salvajes se encuentran en llanuras cubiertas de hierba y ocupan un nicho ecológico similar al del ganado. Son animales sociales que viven en la naturaleza en pequeños grupos ("manadas") que constan de varias hembras, un macho y sus crías. Las manadas de animales se mueven juntas, comen pasto u otra vegetación, pero no almacenan alimentos.[16] Si bien no escarban ni construyen nidos, con frecuencia buscan refugio en las madrigueras de otros animales, así como en grietas y túneles formados por la vegetación.[16] Son crepusculares y tienden a ser más activos durante el amanecer y el anochecer, cuando es más difícil para los depredadores detectarlos.[17]

El cuy fue domesticado por primera vez en el año 5000 a. C. para ser usado como alimento por poblaciones de la región andina (la actual parte sur de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia),[12] unos miles de años después de la domesticación de los camélidos sudamericanos.[18] Restos de representaciones de cuyes que datan de alrededor de los años 500 a.c al 500 d.c han sido desenterradas en excavaciones arqueológicas en Perú y Ecuador.[12] Los moches adoraban a los animales y a menudo representaban al cuy en su arte.[19] Desde aproximadamente el año 1200 hasta la conquista española en 1532, la cría selectiva dio como resultado muchas variedades de cuyes domésticos, que fueron la base de algunas de las razas domésticas modernas.[15] Los cuyes siguen siendo una fuente importante de alimentos en la región, muchos hogares en las zonas altoandinas crían al animal, que subsiste con los restos vegetales de la familia.[12]

Las tradiciones que involucran cuyes son numerosas; se intercambian como regalos, se usan en ceremonias sociales y religiosas, y se mencionan con frecuencia en los relatos orales.[12] Juegan también un papel importante en los rituales de curación tradicionales por parte de médicos populares o curanderos, que usan a los cuyes para diagnosticar enfermedades como ictericia, reumatismo, artritis y tifus.[12]Los cuyes son frotados contra los cuerpos de los enfermos y son considerados un medio sobrenatural.[12] Los cuyes negros se consideran especialmente útiles para el diagnóstico.[12] El animal puede ser abierto para examinar sus entrañas y determinar si la cura fue efectiva.[12] Estos métodos son ampliamente aceptados en muchas partes de los Andes, donde la medicina occidental no está disponible o se desconoce.[12]

Los comerciantes españoles, holandeses e ingleses llevaron cuyes a Europa, donde rápidamente se hicieron populares como mascotas exóticas entre la clase alta y la realeza, incluida la reina Isabel I.[12] El primer relato escrito conocido sobre el cuy data de 1547, en una descripción del animal en Santo Domingo; debido a que los cuyes no son nativos de La Española, se creía que el animal había sido introducido allí por viajeros españoles.[14] Sin embargo, según las excavaciones más recientes en las islas del Caribe, el animal debe haber sido introducido por horticultores de América del Sur alrededor del año 500 a.c[20] y estuvo presente en el período ortoiroide, por ejemplo, en Puerto Rico, mucho antes del advenimiento de los españoles.[21] El cuy fue descrito por primera vez en Occidente en 1554 por el naturalista suizo Conrad von Gessner.[22]Su nombre científico binomial fue utilizado por primera vez por Erxleben en 1777; es una amalgama de la designación genérica de Pallas (1766) y la designación específica de Linneo (1758).[14]

La primera ilustración europea conocida de un cuy es una pintura (artista desconocido) en la colección de la Galería Nacional de Retratos de Londres, que data de 1580, muestra a una niña con un vestido típico isabelino que sostiene en sus manos un conejillo de Indias con caparazón de tortuga, ella está flanqueada por sus dos hermanos, uno de los cuales tiene una pájaro mascota.[23] La imagen data del mismo período que los restos de cuyes más antiguos registrados en Inglaterra, que son un esqueleto parcial de cuy encontrado en Hill Hall, una casa señorial isabelina en Essex, y datan de alrededor de 1575.[23]

Taxonomía

La especie fue descrita por primera vez por el naturalista suizo Conrad von Gesner en 1554.[24]

Su nombre científico se debe a la descripción de Erxleben en 1777, y es una mezcla de la designación del género de Pallas (1766) y el nombre específico dado por Carlos Linneo (1758).[25]

Biología

Los cuyes alcanzan un peso de hasta 1 kg (kilogramo) y viven entre cinco y ocho años.

Alimentación

Dos ejemplares de pelo corto.

Son animales herbívoros, por lo que el aporte de fibra en el alimento es indispensable. Por otro lado, el aporte de vitamina C es altamente necesario, pues las cobayas, los primates y los murciélagos son las únicas especies que no sintetizan esta vitamina y si no se les proporciona vitamina C, pueden llegar a presentar escorbuto y morir, así que se debe incluir en su dieta pimiento, guayaba (se debe de administrar en pocas cantidades debido a su alto contenido de azúcar), y nunca productos altamente cítricos, como la naranja, el pomelo o el limón. Una dieta bien equilibrada deberá componerse de verduras y hortalizas frescas, heno, agua, todo ello complementado con croquetas o comida comercial.

Para prevenir deficiencias hay que procurar a la mascota una dieta variada. El heno sirve para cubrir las necesidades de hidratos de carbono y de fibra. La alfalfa les otorga calcio para sus huesos y es fundamental. La fruta y la verdura ayudan a satisfacer sus necesidades de vitaminas y gran parte del líquido necesario. Para la comida conviene utilizar recipientes de barro cerámico pesados que resistan la inclinación y consiguiente caída del alimento. Sus lados deben ser lo bastante altos para mantener el material de cama y las heces lejos de la comida. Por otro lado, es muy importante que toda la comida fresca que demos a nuestras cobayas esté a temperatura ambiente; nunca puede estar recién sacada del refrigerador.

Gran parte de sus necesidades de líquidos quedan cubiertas por la ingestión de alimentos frescos. Deben tener siempre a su disposición un bebedero con agua limpia y fresca. Si se utilizan unas botellas de agua equipadas con tubo para beber, será más fácil mantener el agua libre de contaminación. Los cobayos tienden a contaminar y obstruir sus botellas de agua más que otros roedores domésticos, ya que mastican el tubo con el fin de obtener el agua, introduciéndose partículas de comida en la botella. Por estas razones, toda comida y los contenedores de agua en particular, deben limpiarse de forma habitual.

Al ser animales herbívoros, no se les debe dar carne, productos lácteos o pellets para conejos (no contienen vitamina C y algunos incluso pueden incluir antibióticos tóxicos para cuyes).[26]

Las cobayas son animales cecotrofos, forma de coprofagia específica de ciertos roedores donde tras sufrir una primera digestión el alimento, se generan unas heces blandas (cecotrofos) que son consumidas directamente desde el ano antes de que lleguen al suelo.[27][28] Tras una segunda digestión y tras terminar de absorber todos los nutrientes en el intestino delgado, se forman unas heces duras que son eliminadas definitivamente.[27] Esta es una adaptación para aprovechar los nutrientes cuando es necesario el concurso de bacterias para hacerlos asimilables (de forma parecida a como ocurre en los rumiantes), ya que en este caso la actividad microbiana tiene lugar en el ciego, situado tras el intestino delgado. Esta disposición del conducto de absorción de nutrientes antes de la cámara de actividad microbiana hace necesario esta segunda vuelta para poder asimilar el alimento procesado.

Salud e higiene

Para tener cuyes sanos y evitar enfermedades se debe:

  • Alimentarlos bien.
  • Lavar bien sus frutas y verduras.
  • desparacitar las cobayas tanto de manera interna como externa.
  • Se puede bañar a una cobaya cada 3 a 4 meses, pero es recomendable utilizar Champús para lavados secos ya que son muy cómodos y adecuados para épocas de fríos.
  • Evitar la presencia de alimento en mal estado.
  • Poner en cuarentena durante cuatro días a los animales nuevos que se adquieran, para observar su comportamiento antes de juntarlos con los que ya se tienen. La presentación de un animal nuevo se debe hacer siempre en un territorio neutral y libre de olores, para facilitar la integración.

Un cuy sano es un animal alegre, con pelo brillante, gordito, bien desarrollado y que come bien. Un cuy está enfermo cuando se separa de los demás, se arrincona, está decaído, no quiere comer, se le eriza el pelo, se le hunde la barriga, tiene diarrea y baja de peso rápidamente. En este caso hay que separarlo rápidamente de los demás para que no los contagie y acudir a un veterinario especializado en animales exóticos.

  • La jaula es adecuada que sea grande, ya que a las cobayas les gusta el espacio amplio, además puedes sacarle un rato al día para que corra por el piso para que haga ejercicio y evitar que se aburra o se ponga obesa. Cuando le dejes libertad por la casa, debes vigilarle para que no muerda cables.

Las enfermedades más comunes de los cuyes son las siguientes:

  • Infección con parásitos externos: piojos, pulgas, garrapatas y sarna. Esto se puede controlar con una buena higiene de la jaula.
  • Disbiosis cecal: es muy grave porque puede producir la muerte de los animales. Puede ser producido por diversos factores, como bacterias (Clostridium piriforme), bajo nivel de fibra y excesivos carbohidratos de fácil fermentación, que generan una hipomotilidad cecal. Se recomienda higiene y desinfección periódica de las jaulas.
  • Neumonía: usar antibióticos específicos y evitar el frío y las corrientes de aire.
  • Escorbuto: se produce por la falta de vitamina C, y genera hemorragias internas. En este caso, hay que administrar 2 gotas de Redoxón (vitamina C en gotas) por cada 100 g (gramos) de peso. El tratamiento debe durar hasta que la cobaya mejore.

Importancia económica y cultural

Domesticación

Los cuyes aparecen en los depósitos arqueológicos tan antiguos como de hace 9000 años; es posible que hayan sido domesticados ya en el 5000 a. C., pero definitivamente lo fueron en el 2500 a. C.[29] Existen registros bioarqueológicos de uso ritual como ofrenda a partir de los 2500 a. C. en el Templo de las Manos Cruzadas de Kotosh, en la región peruana de Huánuco.[29] Se estima que Cavia porcellus es el resultado de la domesticación de especies silvestres como Cavia tschudii y/o Cavia aperea.[30][31] A lo largo del tiempo, el hombre andino ha criado cuyes para consumir su carne e incluso en algunas zonas para hacer ropa con su piel; un claro ejemplo se da en la sierra peruana

Gastronomía

La carne de cuy es un alimento de excelente sabor y calidad. Se caracteriza por contener alto nivel proteico y bajo en grasa; además, colesterol de buena calidad, minerales y vitaminas.

Carne de cuy[32]

Cuy chactado peruano
Valor nutricional por cada 100 g
Energía 96 kcal 402 kJ
Carbohidratos 0.1 g
Grasas 1.6 g
Proteínas 19.0 g
Agua 78.1 g
Tiamina (vit. B1) 0.06 mg (5%)
Riboflavina (vit. B2) 0.14 mg (9%)
Niacina (vit. B3) 6.50 mg (43%)
Calcio 29 mg (3%)
Hierro 1.9 mg (15%)
Fósforo 258 mg (37%)
Zinc 1.57 mg (16%)
% de la cantidad diaria recomendada para adultos.

En los países andinos, existe una población estable de más o menos 35 000 000 (treinta y cinco millones) de cuyes, siendo el Perú el de mayor consumo y población de ellos, con un consumo anual de más de 65 000 000 (sesenta y cinco millones) de cuyes, producidos por una población más o menos estable de 22 000 000 (veintidós millones) de animales criados básicamente con sistemas de producción familiar. Dentro de la gastronomía peruana se encuentra al cuy de muchas formas ya sea cuy al horno, cuy chactado (frito en abundante aceite) acompañado de papas fritas o asadas y alguna salsa picante, pepián de cuy (guiso del propio cuy) acompañado con papas y arroz, chiri uchu (como parte del plato en sí), sopa de cuy, chicharrón de cuy, picante de cuy (en salsa de rocoto y culantro), entre muchos otros platos.[33][34]

La población estimada de auto-consumo en Ecuador es de 15 000 000 (quince millones) de cabezas de cuy,[35] algo muy inferior a la producción comercial, que se estima en 50 millones. En este país también se le puede consumir en forma de helado.[36]

En Bolivia, en la zona andina del departamento de Nariño en Colombia, Ecuador[37] y el Perú se crían razas de carne de este roedor para el consumo popular, utilizadas en diversas preparaciones culinarias en estos países. Gastrónomos famosos lo consideran un manjar.[38]

La carne de cuy tiene un alto valor biológico, debido a que contiene los aminoácidos esenciales y ácidos grasos esenciales requeridos en la nutrición humana. Según las tablas peruanas de composición de alimentos 2017, elaborado por el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición del Instituto Nacional de Salud (INS) del Ministerio de Salud (Minsa), la carne de cuy contiene 78.1% de agua; 19% de proteína; 1.6% de grasa; 1.2% de minerales y 0.1% de carbohidratos totales y disponibles. Entre los minerales más importantes están el Calcio (29 miligramos), Fósforo (29 mg), Zinc (1.57 mg) y Hierro (1.9 mg).  Asimismo, muestra el contenido de las principales vitaminas como la Tiamina (0.06 mg), Riboflavina (0.14 mg) y la Niacina (6.50 mg); así como el contenido de energía que alcanza las 96 kilocalorías (Kcal).[39]

Hay dos razas principales de cuy para alimentación, además de varias líneas:

Raza Perú

Se caracteriza por tener buena conformación cárnica, ser precoz (es decir, tiene un rápido crecimiento o engorde) y ser poco prolífica.[40] A los ocho meses, llega a los 2.6 kg (kilogramos) de peso.[41] Se formó esta raza a partir de un programa de selección de 34 generaciones.[42]

Raza Andina

Se caracteriza por tener buena conformación y ser prolífica, pero menos precoz que la raza Perú.[43] Se formó a partir de un programa de selección de 35 generaciones.[42] Son de color blanco puro y de ojos negros.

Línea Inti

Se caracteriza por ser un promedio de las dos razas anteriores.Se formó a partir de un programa de selección de 43 generaciones.[42] Es un animal más forrajero y sus colores son amarillo o bayo con blanco.

Uso en investigación

Cobaya.

Cavia porcellus es un animal muy común para la experimentación en investigación biomédica, de ahí que la expresión cobaya o conejillo de Indias se utilice popularmente como sinónimo de objeto de experimentación.[44]

Usos rituales

Es utilizado ritualmente dentro de la medicina tradicional andina de Ecuador y Perú con la finalidad de «limpiar» y/o realizar un diagnóstico del problema de salud en el paciente.[45] El roedor luego de ser frotado sobre el cuerpo del paciente muere[46] El entierro ritual del cuy es parte de la ceremonia.[47]

Asimismo, ha sido utilizado ancestralmente y tradicionalmente como ofrenda por diferentes culturas de los Andes.[48][49] Existen registros bioarqueológicos de este uso ritual a partir de los 2500 a. C. en el Templo de las Manos Cruzadas de Kotosh en la región peruana de Huánuco.[29]

Usos lúdicos

La tómbola de cuyes es un juego muy popular en celebraciones y ferias en Perú. En este juego, el animal es colocado en el centro de una círculo de casitas numeradas. Luego, en el centro se le da vueltas al cuy que se encuentra dentro de una caja en el piso para marearlo. Al destapar la caja, el cuy se introducirá en una de las casitas numeradas. La persona que ha comprado el boleto con el mismo número de la casita en donde el cuy entró, es la ganadora.[50]

Como mascota

Un ejemplar de raza Sheltie, de pelo largo.
Dos ejemplares de raza abisinia (peruanas), con rosetas en el pelo.

Otra de las razones para la crianza de este roedor es para comercializarlo como animal de compañía.

En la actualidad se le cría cada vez más para tenerlo como mascota, al poder convivir con niños pequeños. Como tal se ha preferido el denominado cuy del tipo 3; es decir, las cobayas de pelo largo y lacio llamadas «cobayas de Angora». Aunque algunas especies de pelo corto también son preferidas como animal de compañía.

Nombres comunes

En español, Cavia porcellus recibe diversos nombres propios, según el país. En su zona de origen (Colombia, Ecuador y Perú) se le conoce como cuy (del quechua quwi), nombre onomatopéyico que aún lleva en algunas regiones de América del Sur. Principalmente en este continente, aunque también en México y América Central, existen varias formas surgidas a partir del nombre onomatopéyico quechua quwi, cuyi, cuyo, cuye, cuilo, cuis. En países del Caribe y Andalucía el nombre presenta variantes como acure, curí, curío, cury. En la Sierra Central del Perú en Huánuco, Áncash, Pasco y Junín se le conoce con el nombre de jaca o aca (del vocablo Quechua haka).[51]

En España y en ciertas zonas de Hispanoamérica se emplean los nombres cobayo y cobaya,[52] posiblemente derivados del idioma tupí sabúia. En muchos países, incluyendo los ya mencionados, recibe el nombre de conejillo de indias. En la región rioplatense suele ser llamado chanchito de Indias,[53] mientras que en el resto de la Argentina se usan las palabran cuis o cobayo. En Puerto Rico se utiliza comúnmente el nombre güimo, y en Cuba es llamado curiel.

Etimología en otras lenguas

El nombre que la especie Cavia porcellus recibe en otros idiomas carece por completo de relación con el original.

  • cavia peruviana o porcellino d’India (‘cerdito de Indias’) en italiano
  • conillet d'Índies, cobàia o porquet d’Índies (‘conejito de Indias’, ‘cobaya’ o ‘cerdito de Indias’) en catalán
  • porquinho da Índia (‘cerdito de Indias’), en portugués
  • cochon d’Inde (‘cerdo de Indias’) o cobaye en francés
  • guinea pig o cavy (‘cerdo de Guinea’ o ‘cobaya’), en inglés
  • Hausmeerschweinchen (‘cerdito de mar doméstico’), en alemán
  • морская свинка o morskáia svinka (‘cerdito de mar’), en ruso
  • tikus belanda (‘ratón neerlandés’), en indonesio

El origen de todos estos nombres es difícil de explicar. La principal hipótesis para el nombre en inglés de guinea pig es que quizás los comerciantes alemanes e ingleses que lo llevaron a Europa regresaban por mar desde Guinea, lo que podría haber generado confusión con respecto al origen del animal.[54] El término guinea se usaba con frecuencia en inglés para referirse generalmente a cualquier país lejano y desconocido, por lo que el nombre puede ser simplemente una referencia colorida a los orígenes exóticos del animal.[55][56]

Otra hipótesis es que el nombre de los animales podría estar relacionado con la moneda «guinea», una moneda de oro inglesa. No obstante, esta hipótesis es insostenible, porque la guinea surgió por primera vez en Inglaterra en 1663, y William Harvey usó el término ginny-pig ya en 1653.[57]

Véase también

Referencias

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  3. ASALE, RAE-. «cuyo, cuya | Diccionario de la lengua española». «Diccionario de la lengua española» - Edición del Tricentenario. Consultado el 1 de octubre de 2022.
  4. ASALE, RAE-. «cobaya | Diccionario de la lengua española». «Diccionario de la lengua española» - Edición del Tricentenario. Consultado el 1 de octubre de 2022.
  5. ASALE, RAE-. «curiel | Diccionario de la lengua española». «Diccionario de la lengua española» - Edición del Tricentenario. Consultado el 1 de octubre de 2022.
  6. ASALE, RAE-. «acure | Diccionario de la lengua española». «Diccionario de la lengua española» - Edición del Tricentenario. Consultado el 1 de octubre de 2022.
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