Canal Uno (Ecuador)

El canal inició sus emisiones bajo el nombre de CRE Televisión (acrónimo de Compañía Radiodifusora del Ecuador) a través de las empresas de televisión por cable en Guayaquil, emitiendo en la banda del Canal 12 UHF. La señal era propiedad de CRE Radio, una emisora radial que había lanzado en 1940. En sus inicios contaba con vídeos musicales, un informativo desde la cabina radial y programas importadas de la vecina Colombia.

En diciembre de 1993, debido de reajustes financieros, el empresario Rafael Guerrero Valenzuela vende las acciones del canal al un grupo de empresarios liderados por Fernando Aspiazu, Isidro Romero y Galo Roggiero con la finalidad de incursionarse a la televisión ecuatoriana.

Por ello, el 1 de enero de 1994, se creó la sociedad Sistema Integral de Televisión (SíTV) conformada entre acciones con la finalidad de buscar una alternativa a la televisión comercial en el país que estaba fuertemente dominando por las ciudades de mayor población. Se realizó una mayor inversión y la proyección del nuevo canal, además se ajustó a la nueva programación de animé japonés, producciones propias y un espacio informativo renovado. El 18 de abril de 1994, inició las emisiones oficiales de SiTV, a través del Canal 12 UHF en Señal Abierta desde Guayaquil, de la cual se expandió al nivel nacional a través de satélites, siendo uno de los pioneros. En sus inicios contaba con una programación de 18 horas de producción local, servicios informativos y seriados de animé que logró con buenos resultados de audiencia.

Sin embargo, a raíz de la crisis económica a finales de los años 90 y la devaluación de la moneda oficial, la sociedad empezó a desprender debido de disputas personales y administrativas, por lo que el canal empezó a reducir completamente su audiencia. Uno de los mayores detonantes, fue la llegada del empresario Marciel Rivas Sáenz, que luego de años como director general de Gamavisión, se tomó la propiedad del canal a través de las sociedades Banco del Progreso, Diario El Telégrafo, ElectroEcuador y la Empresa Eléctrica del Ecuador (EMELEC) (Guayaquil), conformándose en la sociedad Canal 12 TV Limitada, sociedad que había sido inscrito antes. El canal empezó a cancelar programas propios, la reducción de los empleados y la programación se vio arrendada a la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, bajo el nombre de Canal de Vida, por 22 horas, mientras que el resto de la programación solo era el informativo SíTV y una película adicional. El canal recibió préstamos bancarios a través del Banco del Progreso con la finalidad de cancelar las deudas financieras, incluyendo a los empleados del canal. Durante ese tiempo, los accionistas se recibió dinero otorgado a hipotecas, así como el gasto masivo del canal por la falta de publicidad y la venta de varios terrenos que iba ser construidos como los nuevos centros de producción del canal.

En el año 2001, SíTV vendió todos los activos y fueron cedidos al consorcio TV12 Ltda., liderado por un grupo de empresas liderados por Rivas, con la finalidad de sanear las deudas financieras, así como la renovación de la concesión que estaba a punto de expendiese. Con la adquisición del canal, SiTV siguió mejorando la audiencia, cancelando el contrato de arriendo y comenzó a transmitir programas procedentes de RCN Televisión de Colombia y América Televisión del Perú en periodo de pruebas, aunque los informativos solo se mantuvo una sola edición por semana.

Tras de reajustes financieros y la cancelación de los pagos pasivos de los acreedores, el canal sería relanzado como Canal Uno.

El canal fue relanzado oficialmente el 6 de mayo del 2002 como Canal Uno Televisión (en referencia al primer canal de televisión transmitido desde Guayaquil para todo el país en vía satélite). En sus inicios contó con una programación con producción propia, retiró los programas de animé japonés por producciones extranjeras, así como se hizo el cargo de los programas la peruana América Televisión bajo un acuerdo de distribución. Canal Uno se enfocó a la programación de noticias, producción propia con bajo presupuesto y ofreció películas de cine Disney.

En el año 2008, luego que el gobierno confiscó los activos del Grupo Isaías tras la quiebra del Banco Filanbanco, Rivas se desprendió las acciones de Gamavisión, centrándose únicamente en Canal Uno, luego que varios empleados y presentadores se movió a ese canal.

Sin embargo, a finales del 2018, el canal empezó una situación financiera debido a los atrasos salariales a los empleados del canal con seis meses, debido a la poca inversión publicitaria, lo que causó la renuncia o despido de los empleados, la reducción de la producción propia, centrándose como un canal de noticias de forma continua. En mayo del 2020, y en medio de la crisis sanitaria en Ecuador por el COVID-19, varios empleados del canal protestaron al frente del canal para exigir la cancelación de las nóminas salariales, e incluso, varios empleados del canal llegaron hacia los altos directivos desde su residencia privada en isla Mocolí para exigir cancelaciones.

En octubre del mismo año, el canal dejó de producir contenido propio, dejando solo en una programación informativa, además de producciones independientes, canales de Youtube, y vídeos musicales. E incluso se anunció rumores de la posible venta del canal a un inversionista colombiano procedente del Valle del Cauca, aunque se quedó descartado. También se anunció que no se renovó acuerdo con ninguna productora externa del canal, de las cuales todos los programas fueron retirados a otros canales y sus cuentas oficiales fueron cerradas.

El 27 de octubre del 2020, la Superintendencia de Compañías (SuperCias) anunció que la sociedad Relad Ltda. entró en liquidación y ordenó el cierre del Canal Uno de manera indefinida, luego que han sido reportado el 99,5% en pérdidas de su capital social, además de que los dueños tienen prohibido salir del país por una orden judicial. Igualmente, se anunció que el canal se encuentra en proceso de reorganización financiera, con finalidad de relanzar el canal con otro nombre.

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El 31 de octubre del 2020, Canal Uno deja de usar su logo para las transmisiones, dándole uso únicamente en algunas promos comerciales y en sus noticieros.

A pesar de los intentos de relanzar el canal, su situación financiera no era buena. La programación se emitía solo en productoras independientes, algunos canales de YouTube (sobre todo en el usuario WefeOfficial) e incluso canceló sus servicios informativos a partir del 31 de diciembre de 2020, quedándose solo en noticias internacionales relacionadas con Ecuador. Su audiencia no llegaba ni al 1,5%, por lo que, a falta de dinero para renovar la concesión y ante la falta de algún inversionista de comprar el canal, se anunció que a finales de 2021, el canal dejará de emitir.

El 1 de octubre de 2021, representantes del IESS, el SRI y de la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (ARCOTEL), intervinieron pacíficamente las instalaciones del canal para iniciar el proceso de embargo. Por orden judicial de los bancos Pichincha y Pacífico, la Policía de Guayaquil ejecutó la incautación de los bienes del canal, debido a una deuda financiera de unos 5 millones de dólares vencida desde hace 10 años. Acrotel ordenó el cierre indefinido de la frecuencia por decreto del Ministerio de Telecomunicaciones, que se concretó oficialmente el 6 de octubre a las 00:15 de la noche. Su último programa fue un especial del programa En Carne Propia, aunque no se mencionó que era el último programa del canal, se emitió el himno nacional y luego apareció la barra de colores, dando el fin del Canal Uno luego de 19 años de emisiones interrumpidas. A las 06:00 de la mañana, la señal fue ocupada por el canal público Ecuador TV de manera temporal, con la finalidad de convocar un concurso licitatorio previsto para el año 2022.

Actualmente, la frecuencia es ocupada por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social por un periodo indefinido hasta la convocatoria de un concurso público para obtener un nuevo propietario con el fin de lanzar un nuevo canal, sin mencionar al anterior propietario ni se podrá heredarse las propiedades del extinto canal. Todo sus archivos materiales del extinto canal (incluyendo en la etapa de SíTV), se encuentran en poder de la Cinemateca Nacional del Ecuador "Ulises Estrella" de la Casa de la Cultura Ecuatoriana "Benjamín Carrión", bajo la supervisión del IESS, valoradas en 1.5 millones de dólares.

Todos los programas que emitía de su cadena hermana, Caracol Televisión, migraron a Teleamazonas, y todos los programas que emitía de su cadena hermana, Venevisión, migraron a Ecuavisa. Varias semanas después, se han anunciado posibles rumores sobre la compra de la frecuencia, entre ellos el Grupo El Universo (propietario de los diarios impresos El Universo, Súper y Qué!).