Tren blindado

El tren blindado es un convoy ferroviario que está protegido con blindaje o que incluso porta armamento defensivo. Por lo general, están equipados con vagones de ferrocarril armados con cañones y ametralladoras.

El tren blindado "Hurban", empleado en la Insurrección nacional eslovaca y expuesto en Zvolen (Eslovaquia).

Fueron utilizados sobre todo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando ofrecieron una innovadora forma de mover rápidamente, y con plena seguridad, grandes cantidades de poder artillero a grandes distancias, lo cual no era posible con la caballería ni la infantería, además de poder servir como apoyo a las fuerzas terrestres si se integraban piezas de artillería en los vagones blindados del tren. Después de la Segunda Guerra Mundial su uso decreció en la mayoría de los países, cuando los vehículos de carretera adquirieron un mayor poder y a la vez ofrecían más flexibilidad para operar en zonas agrestes. Para entonces, los trenes blindados se habían hecho demasiado vulnerables ante el sabotaje de guerrillas y los ataques aéreos de precisión, lo cual podía inmovilizarlos y así tornarlos en artillería estática y poco útil. Sin embargo, en épocas recientes la Federación Rusa ha utilizado varios trenes blindados improvisados durante la Segunda guerra de Chechenia.[cita requerida]

Historia

Los primeros trenes blindados entraron en servicio en el siglo XIX, siendo utilizados por ambos bandos durante la Guerra de Secesión de Estados Unidos (1861-1865) al resultar medios confiables para transportar tropas como verdaderos vehículos fortificados, protegidos con guresas placas de hierro y acero, y que además podían servir en ataques contra posiciones enemigas si se les agregaba artillería ligera, por lo cual participaron del lado del ejército unionista en el asedio de Vicksburg. también se utilizaron durante la Guerra Franco-Prusiana (1870-1871), durante buena parte de las Guerras anglo-bóeres (1880–81 y 1899–1902) y durante la Guerra Civil Española.

Durante la Segunda Guerra Anglo-Bóer, por ejemplo, el entonces corresponsal de guerra Winston Churchill estaba viajando a bordo de un tren blindado, cuando un comando bóer liderado por el general Louis Botha tendió una emboscada al tren. Los bóeres capturaron a Churchill y a buena parte de la tripulación del tren, aunque otros muchos lograron escapar[1] siendo que los mandos militares británicos alabaron las ventajas de utilizar trenes blindados en zonas donde no había otro medio de comunicación rápido y confiable, desarrollando tácticas de movimiento para impedir sabotajes y reparar prontamente los rieles que permitían el movimiento del tren.

A comienzos del siglo XX el Imperio Ruso empleó varios trenes blindados durante la Guerra ruso-japonesa.[2] Durante la Primera Guerra Mundial en el frente de Europa Oriental las fuerzas de Alemania, Austria-Hungría y Rusia utilizaron una combinación de trenes blindados ligeros y pesados. Los trenes pesados rusos fueron los más desarrollados y montaban cañones de 4,2 y 6 pulgadas, mientras que los trenes ligeros fueron equipados con cañones de 76,2 mm[2] siendo útiles en un escenario de combate donde las tropas debían cubrir largas distancias y la movilidad de las fuerzas era un factor decisivo. Entre el final de la Primera Guerra Mundial y el comienzo de la Guerra Civil Rusa, la Legión Checoslovaca utilizó trenes blindados fuertemente dotados de artillería para controlar las grandes longitudes del Ferrocarril Transiberiano (y de la propia Rusia).[3]

Tren blindado polaco, hacia 1939.
Tren blindado alemán en la Unión Soviética, hacia 1942.

Las fuerzas bolcheviques también emplearon numerosos trenes blindados durante la Guerra Civil Rusa, siendo de gran utilidad para controlar grandes extensiones de territorio donde escaseaban los transportes motorizados y eran raras las carreteras, apoyando los ataques de infantería y caballería, y liberando a estas armas del trabajo de movilizar piezas artilleras a largas distancias. Muchos trenes blindados rusos fueron improvisados de forma local, mientras que otros fueron diseñados especialmente por ingenieros navales en las fábricas de Putílov e Izhorski.[4] Como resultado, los convoyes militares evolucionaron desde los iniciales vagones protegidos por sacos terreros hasta los trenes fuertemente armados y blindados producidos por los ingenieros navales. Hubo un intento de uniformizar todos los tipos de trenes blindados que se producían, pero tuvo poco éxito. Al final de la contienda las fuerzas bolcheviques disponían de 103 trenes blindados de todos los tipos.[4]

Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Polonia disponía de varios trenes blindados que fueron empleados con distinto éxito durante la invasión alemana de 1939, pero que fueron vulnerables ante ataques masivos de la aviación enemiga. La Wehrmacht alemana, por su parte, al comienzo del conflicto no disponía de trenes blindados pero a lo largo de la contienda fue reintroduciéndolos gradualmente, elaborando nuevos trenes de carácter más versátil y bien equipados, incluyendo vagones que albergaban torretas antiaéreas que se hacían muy necesarias, o diseñados para cargar y descargar los tanques o vehículos, y usándolos de preferencia en la campaña contra los soviéticos.

En el caso de los soviéticos, el Ejército Rojo todavía disponía de un gran número de trenes blindados listos para operar al comienzo de la guerra, aunque muchos de ellos se perdieron durante la invasión alemana en 1941, también a causa de bombardeos aéreos. Los trenes construidos posteriormente por los soviéticos durante la guerra tendían a ser equipados con torretas de los tanques T-34 o de los KV-1. Otros fueron equipados con baterías antiaéreas especializadas, mientras que sólo unos cuantos fueron equipados con baterías de artillería pesada procedente de los buques de la Armada soviética.[5]

Durante la fallida Insurrección nacional eslovaca de octubre-noviembre de 1944, los rebeldes eslovacos emplearon hasta tres trenes blindados contra los alemanes, tanto para desplazar fuerzas como para asegurar el control de los territorios recién liberados, destacando que los partisanos eslovacos lograron poner en operaciones estos trenes en pocos días.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los trenes blindados perdieron importancia táctica debido a ser muy vulnerables al avión de bombardeo, además que al desplazarse siempre usando rieles podían ser rápidamente inutilizados por la moderna artillería, aunque no desaparecieron del todo. De hecho, durante la Guerra de Indochina los militares franceses emplearon un tren especial llamado La Rafale tanto en misiones de carga y transporte como una unidad de apoyo táctico a sus tropas.[6] A principios de los años 1970, de cara a la amenaza de la República Popular China, los mandos militares soviéticos diseñaron una serie de trenes blindados especiales -y muy modernizados- con la idea de proteger el Ferrocarril Transiberiano. De acuerdo con diferentes fuentes, se construyeron cuatro o cinco trenes. Cada uno de ellos iba dotado de diez tanques principales de batalla, dos tanques ligeros anfibios, varios cañones antiaéreos, así como varios transportes blindados de personal, vehículos de suministro y equipo para reparaciones ferroviarias. Estos trenes fueron utilizados años después por el Ejército soviético para intimidar a las unidades paramilitares nacionalistas en 1990, durante las primeras etapas de la Guerra de Nagorno Karabaj.[7]

Véase también

Referencias

  1. Steven J Zaloga, Tony Bryan (2008). Armored Trains, Oxford: Osprey Publishing, ISBN 978-1-84603-242-4, pág. 7
  2. Steven J Zaloga, Tony Bryan (1984). Soviet Tanks and Combat Vehicles of World War Two, Arms and Armour Press, pág. 24
  3. H.P. Willmott (2003). First World War, Dorling Kindersley, pág. 251
  4. Steven J. Zaloga, James Grandsen (1984). Soviet Tanks and Combat Vehicles of World War Two, Arms and Armour Press, pp. 30–33
  5. Steven J. Zaloga; James Grandsen (1984). Soviet Tanks and Combat Vehicles of World War Two, Arms and Armour Press, pp. 200–205
  6. Fabrice Hamelin (1997). Le 5e Régiment du Génie d'hier et d'aujourd'hui: l'aventure des Sapeurs de chemins de fer, Lavauzelle, pág. 73
  7. Vitalij I. Fes·kov, Konstantin A. Kalašnikov; Valerij I. Golikov (2004). Sovetskaja Armija v gody "cholodnoj vojny": (1945–1991), Tomsk Izdat. Tomskogo University, pág. 246

Bibliografía

  • Zaloga, Steven J.; Bryan, Tony (2008). Armored Trains. Oxford: Osprey Publishing. ISBN 978-1-84603-242-4.

Enlaces externos

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