Santiago Riveros

Santiago Omar Riveros (Villa Dolores, Córdoba; 4 de agosto de 1923) es un militar argentino, perteneciente al Ejército, que alcanzó el rango de general de división. Durante la dictadura autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional» (bajo el gobierno de la Junta Militar) ejerció como comandante de Institutos Militares, jefe de la Guarnición Militar Campo de Mayo y jefe de la Zona de Defensa 4 entre 1976 y 1978; y luego fue embajador en Uruguay entre 1982 y 1983.[3]

Santiago Omar Riveros
General de división
Alma mater Colegio Militar de la Nación
Lealtad Argentina
Rama militar Ejército
Unidad Comando de Institutos Militares
Mandos Comandante de Institutos Militares[1]
Conflictos Terrorismo de Estado en Argentina en las décadas de 1970 y 1980
Estatus legal Degradación
Cargos criminales Crimen de lesa humanidad
Información
Nacimiento 4 de agosto de 1923 (99 años)
Villa Dolores, Argentina[2]
Ocupaciones oficial militar
Firma

Permanece sentenciado a la pena de prisión perpetua por delitos de lesa humanidad y despojado de su rango militar.

Proceso de Reorganización Nacional

Durante el terrorismo de Estado ejecutado por la dictadura autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional» (a partir de 1976) ejerció los cargos de comandante de Institutos Militares, jefe de la Guarnición Militar Campo de Mayo y jefe de la Zona de Defensa 4.[4][5] En dicha unidad tuvo bajo su responsabilidad Campo de Mayo y un grupo de partidos de la provincia de Buenos Aires.[6]

Fue su segundo comandante y jefe de Estado Mayor el general de brigada Fernando Humberto Santiago primero (1976-1976) y el general de brigada Reynaldo Benito Antonio Bignone después (1977-1978).[6]

En Campo de Mayo funcionaron los centros clandestinos de detención «El Campito», «Las Casitas», el Hospital Militar y la Prisión Militar de Encausados.[5] En el Hospital Militar (HMCM) las fuerzas represoras ejecutaron partos clandestinos y apropiación de menores de las detenidas desaparecidas.

Entre los militares integró el grupo de «los duros», con Emilio Eduardo Massera, Ramón Genaro Díaz Bessone, Luciano Benjamín Menéndez y Guillermo Suárez Mason, quienes se oponían a «los blandos» Jorge Rafael Videla y Roberto Eduardo Viola, acordes a las políticas económicas de José Alfredo Martínez de Hoz, más proclives a establecer diálogos con sectores políticos.

En 1989 fue beneficiado por el indulto otorgado por el presidente Carlos Saúl Menem a través del decreto n.º 1002 del 6 de octubre de ese año.[7] Quedó eximido de una pena por delitos de lesa humanidad por los que había sido encontrado culpable en 1985.

Fue el primer militar en explicar su papel durante la terrorismo de Estado en Argentina mediante un extenso documento en el que afirma entre otras cosas:

No ha habido desaparecidos, sino terroristas aniquilados en el marco de una guerra revolucionaria y por tanto irregular.
Santiago Omar Riveros[8]

Situación judicial

Riveros (centro), custodiado por la policía, saliendo de los tribunales de San Isidro en 1985.

En Italia ha sido condenado a cadena perpetua y confinamiento solitario durante un año y seis meses, en sentencia definitiva, por la desaparición y muerte de tres ciudadanos italianos.[9]

En 2006 se encontraba procesado por delitos de lesa humanidad en causas como el Plan Cóndor.

En 2006 la justicia consideró que el indulto conferido al general Riveros era inconstitucional.[10] El 13 de julio de 2007, la Corte Suprema anuló finalmente los indultos que protegían a Riveros y declaró inconstitucionales a tales indultos.[11][12]

El 12 de agosto de 2009, Riveros fue declarado culpable por el homicidio de Floreal Avellaneda, un militante de la Juventud Comunista, de 15 años de edad, secuestrado el 15 de abril de 1976, y torturado en la comisaría de Villa Martelli y luego en Campo de Mayo junto a su madre. Su cuerpo fue encontrado meses después en las costas de Uruguay, atado de pies y manos y con signos visibles de tortura y empalamiento. Los jueces Lucila Larrandart, Martha Milloc y Héctor Sagretti, del Tribunal Oral de San Martín, condenaron a Riveros por los crímenes de privaciones ilegales de la libertad agravados por la violencia, allanamiento ilegal, robo, torturas agravadas por tratarse de perseguidos políticos, homicidio agravado y ocultamiento del cuerpo. Fue sentenciado a cadena perpetua, en el Servicio Penitenciario Federal. Cinco subordinados suyos fueron juzgados conjuntamente por estos crímenes en Campo de Mayo y recibieron sentencias de entre 8 y 25 años. Los jueces determinaron que el asesinato de Floreal Avellaneda constituía un crimen de lesa humanidad, pero desecharon que conformara parte de un genocidio.[13]

El 5 de julio de 2012, dentro de la causa «Plan Sistemático», el Tribual Oral Federal N.º 6 de la Capital Federal impuso a Riveros una pena de 20 años de prisión por «sustracción, retención y ocultamiento de un menor de diez años en concurso ideal con el de hacer incierto el estado civil de un menor de diez años» en dos hechos. En la misma sentencia fueron condenados Jorge Rafael Videla y Reynaldo Benito Antonio Bignone.[14]

En julio de 2022 recibió una nueva condena por delitos de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo.[15]

Véase también

Referencias

Enlaces externos

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