Salaryman
Salaryman (サラリーマン sararīman?, lit. "hombre asalariado") es el término por el cual los japoneses designan a los trabajadores de bajo rango de una empresa. Esta palabra, aunque está tomada del inglés salary (sueldo) y man (hombre), en realidad es un neologismo originario del idioma japonés (wasei-eigo). El uso frecuente del término por parte de las empresas japonesas y su difusión a través del manga ha llevado a que se extienda su uso en los países de habla inglesa para designar a los trabajadores japoneses de cuello blanco.
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La palabra puede encontrarse en muchos libros y artículos relacionados con la cultura japonesa. Las connotaciones del término ha evolucionado con el tiempo: después de la Segunda Guerra Mundial, el trabajo de asalariado se consideraba un puesto estable, que garantizaba un estatus social acomodado y respetable; en su acepción moderna, el término ha adquirido cierto matiz peyorativo, ya que se asocia con largas jornadas de trabajo, prestigio medio (superior a los trabajadores manuales, pero inferior a los altos jerarcas), ausencia de otras fuentes de ingresos que no sean el sueldo, total dependencia del empresario, falta de iniciativa e individualidad, esclavitud salarial y karōshi (muerte por exceso de trabajo).

En la cultura japonesa, generalmente se considera más importante trabajar por el bien de toda la sociedad que por el de uno mismo. Por tanto, se espera que los salarymen antepongan su trabajo a todo lo demás, trabajen largas jornadas y hagan muchas horas extras, y que participen en actividades con sus compañeros después del trabajo, como fiestas nomikai, karaoke y hostess bars. Por lo general, el salaryman se incorpora a la empresa en un proceso de contratación colectiva de recién licenciados y se queda en ella de por vida. En la conservadora cultura japonesa, se espera que los jóvenes se incorporen a una empresa, y los que no siguen este camino profesional son vistos con menor consideración y prestigio. El hecho de querer poner en marcha una empresa propia (startup) no suele estar bien visto porque implica un alto potencial de fracaso.
El término es exclusivamente masculino; para mujeres se usa office lady.
Historia

El término, que se generalizó en Japón en la década de 1930,[1] hace referencia a los asalariados varones de empresas y corporaciones, a excepción de los que ocupan puestos ejecutivos y directivos.[2] El período de prosperidad y crecimiento económico que vivió el país nipón desde el final de la Segunda Guerra Mundial favoreció el surgimiento de unas "nuevas clases medias" que sustituyeron a la "viejas clases medias", las cuales vieron disminuida su influencia en favor de los empleados de las grandes corporaciones empresariales y de las burocracias gubernamentales.[3][4] Estos últimos, debido a su posibilidad de disponer de unos ingresos fijos, fueron designados con el término salaryman, el cual, sin embargo, no se utiliza para designar a cualquier persona cuyos ingresos provengan de un salario, sino sólo para la categoría específica de los trabajadores de cuello blanco de empresas y oficinas gubernamentales. No están incluidos en el término los trabajadores de la mizu shōbai (vida nocturna) y de la industria del espectáculo (incluidos los actores y cantantes). Del mismo modo, también quedan excluidos los médicos, los ingenieros, los abogados, los contables, los músicos, los artistas, los políticos, los autónomos y los ejecutivos de empresas.[1]
Históricamente, el gobierno japonés ha favorecido a las grandes corporaciones sobre las pequeñas iniciativas empresariales. Durante la Era Meiji (1868-1912) se impulsó el desarrollo de las industrias pesadas, que necesitan grandes economías de escala, promulgando leyes y elaborando políticas específicas en beneficio de las grandes empresas.[5] Sin embargo, debido a la crisis económica que afectó a Japón en la década de 1990, la figura del salaryman sufrió una reducción radical. De hecho, con el estallido de la burbuja especulativa, muchos empresarios se vieron obligados a despedir a sus empleados, lo que suponía una violación del contrato social establecido tras la Segunda Guerra Mundial, según el cual el empleo garantizado de por vida era la norma.[5] En la década de los 2000, cada vez más empresas japonesas empezaron a contratar nuevo personal por períodos cortos o a tiempo parcial, acabando con la tradición de que las empresas trataran a los trabajadores de cuello blanco como si fueran miembros de la familia, en lugar de empleados. Esta actitud paternalista era la recompensa por conducir al país hacia la industrialización y la modernización, establecer una sólida clase media y proporcionar estabilidad al país durante su crecimiento económico.[6]

Desde la época posterior a la crisis, la figura del salaryman japonés es retratada en el manga y la televisión como un estereotipo triste, casi ridículo, de un padre y marido que se ausenta de su hogar durante largos periodos de tiempo y que es completamente dependiente de su empresa.[7] Debido a esta percepción negativa, las comunidades están cada vez menos dispuestas a ayudar al salaryman con sus problemas emocionales, como la depresión, el temor a ir al trabajo, el miedo a volver a casa desde el trabajo y la tensión nerviosa,[7][8] que en ocasiones puede desembocar en suicidios y karōshi, las muertes por exceso de trabajo.[9][10]
Todos estos factores han contribuido a generar un creciente interés por el emprendimiento independiente en Japón, en detrimento de la vida corporativa. El término que se emplea para referirse a este fenómeno es datsusara (脱サラ? lit. "renunciar a la vida de asalariado"), y se considera la principal opción para quienes deciden huir del conformismo de la sociedad japonesa, donde encontrar un trabajo en una empresa sigue siendo la norma.[5]
Referencias
- Vogel, 1971, p. 5.
- «The salaryman in Japan's culture». Venturejapan.com (en inglés). Archivado desde el original el 2 de julio de 2014. Consultado el 12 de septiembre de 2013.
- Fukutake, Tadashi (1962). Man and society in Japan (en inglés). University of Tokyo Press.
- Kelly, William W. «At the limits of New Middle Class Japan: Beyond "mainstream consciousness"» (pdf) (en inglés). Yale University. p. 5. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016. Consultado el 12 de septiembre de 2013.
- «DATSU-SARA 脱サラ to leave the salaried worker's life». Japanese123.com (en inglés). Archivado desde el original el 16 de marzo de 2011. Consultado el 12 de septiembre de 2013.
- «Employment in Japan. Sayonara, salaryman». The Economist (en inglés). 3 de enero de 2008. Consultado el 12 de septiembre de 2013.
- Lock, 1995, pp. 112-113.
- «59% of 'salarymen' find family life more exhausting than work». Japan Today (en inglés). 23 de agosto de 2015. Consultado el 1 de septiembre de 2015.
- Harden, Blaine (13 de julio de 2009). «Japan's Killer Work Ethic». The Washington Post (en inglés). Consultado el 17 de diciembre de 2012.
- «Japanese Suicide Rate Swells Amid Prolonged Economic Slump». RTT news (en inglés). 26 gennaio 2010. Consultado el 17 de diciembre de 2012.
Bibliografía
- Lock, Margaret M. (1995). Encounters With Aging: Mythologies of Menopause in Japan and North America (en inglés). University of California Press. ISBN 0-520-91662-X.
- Vogel, Ezra F. (1971). Japan's New Middle Class: The Salary Man and His Family in a Tokyo Suburb (en inglés). University of California Press. ISBN 0-520-02092-8.