Resilvestración
Resilvestrar [1](término original en inglés Rewilding, no confundir con el término bioquímico de "Renaturalización") es una concepción de la conservación a gran escala, destinada a restaurar, devolver a un supuesto estado cercano al original (previo a la intervención humana) y proteger los procesos naturales y los núcleos silvestres, proporcionando conectividad entre las diversas Zonas que conforman los espacios, protegiendo o reintroduciendo grandes depredadores y especies claves para aumentar la biodiversidad y alcanzar la autorregulación de los ecosistemas.

Los proyectos de resilvestrado pueden requerir restauración ecológica o ingeniería de tierras silvestres, particularmente para restaurar la conectividad entre áreas protegidas y reintroducir depredadores a los sitios de los que han sido extinguidos.
Origen
La palabra "rewilding" fue acuñada por el conservationista y activista Dave Foreman, uno de los fundadores de las organizaciones Earth First! (¡La Tierra Primero!), Wildlands Project (ahora Wildlands Network) y el Rewilding Institute.[2] El término apareció impreso por primera vez en 1990 y fue refinado por los biólogos de conservación Michael Soulé y Reed Noss en un artículo publicado en 1998.[3][4] Según Soulé y Noss, resilvestrar es un método de conservación basado en "núcleos, corredores, y carnívoros".[5] Los conceptos de núcleos, corredores, y carnívoros fueron desarrollados a mayor profundidad en 1999.[6] Dave Foreman posteriormente escribió la primera exégesis extensa de resilvestrar como estrategia de conservación.[7]
Historia
El Resilvestrar fue desarrollado como método para preservar ecosistemas funcionales y reducir la constante pérdida de biodiversidad, incorporando la investigación en biogeografía de islas y la función ecológica de herbívoros y carnívoros grandes (depredadores).[8] En 1967, La Teoría de Biogeografía de islas de Robert H. MacArthur Y Edward O. Wilson estableció la importancia de considerar el tamaño y aislamiento de las áreas de conservación de vida silvestre, declarando que dichas áreas seguían siendo vulnerables a extinciones si eran pequeñas y aisladas.[9] En 1987, un estudio de William D. Newmark sobre las extinciones en los parques nacionales en América del Norte añadió peso a la teoría.[10] Las publicaciones intensificaron los debates sobre tácticas de conservación.[11] Con la creación de la Sociedad de Biología de Conservación en 1985, los conservationistas empezaron a enfocarse en reducir la pérdida de hábitat y la fragmentación.[12]
Véase también
Referencias
- Fundeu recomendaciones
- Fraser, Rewilding the World, p. 356.
- Foote, Jennifer (5 February 1990), Trying to Take Back the Planet, Newsweek
- Soulé, Michael; Noss, Reed (Fall 1998), Rewilding and Biodiversity: Complementary Goals for Continental Conservation, Wild Earth 8, pp. 19–28
- Soule and Noss, "Rewilding and Biodiversity," p. 22.
- Continental Conservation: Scientific Foundations of Regional Reserve Networks, edited by Soulé and John Terborgh, Washington, D.C.: Island Press, 1999
- Foreman, Dave (2004), Rewilding North America: A Vision for Conservation in the 21st Century, Washington, D.C.: Island Press
- For more on the importance of predators, see William Stolzenburg, Where the Wild Things Were: Life, Death, and Ecological Wreckage in a Land of Vanishing Predators (New York: Bloomsbury, 2008).
- MacArthur, Robert H.; Wilson, Edward O. (1967), The Theory of Island Biogeography, Princeton, New Jersey: Princeton University Press
- Newmark, William D. (29 January 1987), A Land-Bridge Island Perspective on Mammalian Extinctions in Western North American Parks, Nature, 325, 432
- Quammen, David (1996), The Song of the Dodo: Island Biogeography in an Age of Extinctions, New York: Simon & Schuster
- Quammen, Song of the Dodo, pp. 443-446.