Prefacio lit煤rgico
El prefacio es una oraci贸n que, en el rito romano de la Iglesia cat贸lica, concluye el ofertorio e introduce el canon de la Misa, que es donde se incluye la consagraci贸n. Se trata de una oraci贸n de acci贸n de gracias y se pronuncia todos los d铆as del a帽o. Con esta oraci贸n "la Iglesia da gracias al Padre, por Cristo, en el Esp铆ritu Santo, por todas sus obras, por la creaci贸n, la redenci贸n y la santificaci贸n. Toda la asamblea se une entonces a la alabanza incesante que la Iglesia celestial, los 谩ngeles y todos los santos cantan al Dios tres veces santo".[1]
Comienza con un di谩logo entre el sacerdote y el pueblo, para concluir con una oraci贸n variable del sacerdote, que introduce el Sanctus.
PREFACIO pr贸logo, introducci贸n.
Su f贸rmula es la siguiente.
- S/ Dominus vobiscum. S/ 'El Se帽or est茅 con vosotros.'
- R/ Et cum spiritu tuo. R/ 'Y con tu esp铆ritu'.
- S/ Sursum corda. S/ 'Levantemos el coraz贸n.'
- R/ Habemus ad Dominus. R/ 'Lo tenemos levantado hacia el Se帽or'.
- S/ Gratias ag谩mus Domino Deo nostro. S/ 'Demos gracias al Se帽or, Nuestro Dios.'
- R/ Dignum et iustum est. R/ 'Es justo y necesario'.
- S/ Vere dignum et iustum est.... S/ 'En verdad es justo y necesario...'
- [Oraci贸n del Prefacio cantada por el sacerdote]
- R/ Sanctus. R/ 'Santo, santo, santo es el Se帽or...'
Como ejemplo de la oraci贸n del Prefacio:
- Prefacio de Santa Mar铆a Virgen I
- En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvaci贸n, darte gracias siempre y en todo lugar, Se帽or,
- Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno. Y alabar y bendecir y proclamar tu gloria en la fiesta de Santa Mar铆a
- siempre virgen. Porque ella concibi贸 a tu 煤nico Hijo por obra del Esp铆ritu Santo, y, sin perder la gloria de su
- virginidad, derram贸 sobre el mundo la Luz eterna, Jesucristo, Se帽or nuestro. Por 茅l, los 谩ngeles y los
- arc谩ngeles y todos los coros celestiales, celebran tu gloria unidos en com煤n alegr铆a. Perm铆tenos asociarnos a
- sus voces cantando humildemente tu alabanza.
Normalmente, el Prefacio se canta siguiendo f贸rmulas salm贸dicas, introduciendo el Sanctus, que es parte del Ordinario, independientemente de su modalidad.