Piratería aérea

La piratería aérea (también conocida como secuestro de aeronaves o secuestro aéreo) es el secuestro de una aeronave por un individuo o grupo.[1] En la mayoría de los casos, el piloto se ve obligado a volar bajo las órdenes de los secuestradores. Sin embargo, de vez en cuando, los secuestradores vuelan las aeronaves por sí mismos, como por ejemplo en los ataques del 11 de septiembre. En al menos tres casos, el avión fue secuestrado[2] por el piloto o el copiloto.[3][4][5][6]

Carteles de advertencia sobre secuestro aéreo en francés y en inglés en un aeropuerto de África Central.
Secuestros de Dawson's Field: cuatro aviones de pasajeros fueron secuestrados consecutivamente en 1970. Posteriormente, una vez evacuados los rehenes, esos aviones fueron explotados en tierra.
Una simulación de las fuerzas especiales de Sudáfrica sobre un asalto a un avión secuestrado.

A diferencia de los típicos secuestros de vehículos terrestres o barcos, el secuestro aéreo generalmente no es cometido como parte de un delito de robo o hurto. La mayoría de los secuestradores de aviones tienen la intención de utilizar los pasajeros como rehenes, ya sea para obtener un rescate monetario o por alguna concesión política o administrativa por las autoridades. Varios motivos han impulsado estos hechos, entre ellos exigiendo la liberación de ciertos reclusos (por ejemplo IC-814), destacar las quejas de una comunidad en particular (por ejemplo AF 8969), o asilo político (por ejemplo ET 961). Los secuestradores también han utilizado aviones como arma para atacar determinados lugares (por ejemplo los ataques del 11 de septiembre de 2001).

Los secuestros para rehenes comúnmente producen un enfrentamiento armado durante un período de negociación entre los secuestradores y las autoridades, seguido por algún tipo de arreglo. Los acuerdos no siempre responden a las demandas originales de los secuestradores. Si las demandas de los secuestradores son consideradas demasiado grandes y sus perpetradores no muestran inclinación a rendirse, las autoridades recurren en ocasiones a fuerzas especiales para intentar el rescate de los rehenes (por ejemplo la operación Entebbe).

Una de las medidas más efectivas para evitar este tipo de ataques, es el control físico de los pasajeros previo al embarque, en especial bajo el sistema de detección de metales, a fin de evitar el porte de armas, así como también el control de porte de líquidos y la implementación de escáneres corporales.[7]

Véase también

Ejemplos de piratería aérea

Referencias

  1. «49 U.S. Code § 46502 - Aircraft piracy». law.cornell.edu (en inglés). Consultado el 12 de abril de 2016.
  2. «Photos: Major aircraft hijackings that shocked the world» (Mid Day). Mid-Day.com. Consultado el 24 de diciembre de 2014.
  3. «Hijacking description». aviation-safety.net. Consultado el 12 de abril de 2016.
  4. «Air China pilot hijacks his own jet to Taiwan». CNN. 28 de octubre de 1998. Archivado desde el original el 21 de marzo de 2008. Consultado el 25 de enero de 2007.
  5. B. Raman (2 de enero de 2000). «PLANE HIJACKING: IN PERSPECTIVE». South Asia Analysis Group. Consultado el 29 de enero de 2015.
  6. «Ethiopian Airlines co-pilot hijacks plane to seek Geneva asylum». BBC. 17 de febrero de 2014. Consultado el 18 de febrero de 2014.
  7. José Manuel, Abad Liñán (12 de septiembre de 2016). «Así cambió el 11-S la forma de montar en un avión». El País. Consultado el 26 de agosto de 2019.

Enlaces externos

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