Leonor de Trastámara

Representación de Leonor como una joven infanta por Jaume Serra (h. 1375)[4]

A la muerte su padre heredó un importante señorío entre Roa y Sepúlveda, lo que le proporcionó un notable poderío. Fracasó un plan para casarse con Fernando I de Portugal en 1371.[5] El rey rechazó el matrimonio pues se había casado en secreto con la noble Leonor Téllez de Meneses. En 1373 fue prometida en Burgos al príncipe Carlos, heredero de su padre Carlos II de Navarra.

Se casaron en Soria el 27 de mayo de 1375.[3] Un testamento datado en Burgos el 29 de mayo de 1374, muestra que el rey Enrique II legó a su hija propiedades, como parte de su dote..

Sin embargo, la pareja real recién casada pasó por ciertas disputas maritales. En 1388, Leonor pidió en un encuentro entre su esposo y su hermano Juan I de Castilla, permiso para retirarse durante algún tiempo a su tierra natal de Castilla, para recuperarse de una enfermedad en el clima local, que ella creía que era mejor para su salud. Se llevó consigo a sus hijas, que había tenido con su esposo en los primeros trece años de su matrimonio. Leonor y sus hijas residieron en Valladolid y para el año 1390 tenía otras dos hijas con Carlos. Dos años más tarde, su esposo le exigió que regresara porque necesitaban ser coronados rey y reina de Navarra pues el suegro de ella, Carlos II, había muerto. El hermano de Leonor, el rey Juan, apoyó la petición de Carlos III. Leonor alegó que en Navarra sufría malos tratos y creía que miembros de la nobleza navarra deseaban envenenarla. En consecuencia, Leonor permaneció en Castilla mientras su esposo fue coronado en febrero de 1390 en Pamplona. Para finales de la década de los años 1390, Leonor había tenido seis hijas, todas las cuales sobrevivieron a la infancia pero ningún hijo y por esta razón, Leonor entregó a su hija mayor Juana, para ser educada y jurada como heredera.

El 9 de octubre de 1390 murió el hermano de Leonor, el rey Juan de Castilla. Le sucedió su hijo menor, Enrique. Carlos entonces de nuevo le pidió a Leonor que volviera a Navarra; sin embargo, ella lo rechazó. Leonor participó de forma activa en las intrigas en Castilla cuando su sobrino Enrique III de Castilla era menor de edad. Se opuso al ascenso de su sobrino y formó la Liga de Lillo junto con su medio hermano ilegítimo Fadrique y su primo Pedro. El rey Enrique se opuso a la Liga y asedió a Leonor en su castillo de Roa alrededor de mediados de 1394. El rey llegó a la mayoría de edad. Dado que los enfrentamientos eran más intensos, Leonor fue obligada a regresar con su esposo en febrero o marzo de 1395.

Leonor entonces regresó con Carlos y se involucró en la vida política de Navarra. La relación de los esposos fue buena, y tuvieron los deseados hijos varones, Carlos y Luis. No obstante, ambos murieron jóvenes. Fue coronada en Pamplona el 3 de junio de 1403. En varias ocasiones en las que Carlos estuvo en Francia, Leonor asumió el papel de regente. También contribuyó a mantener el entendimiento entre el reino de Navarra y la Corona de Castilla. Como resultado de estas buenas relaciones, se asentaron en Navarra miembros de la nobleza de Castilla incluyendo al duque de Benavente, y miembros de las poderosas familias de Dávalos, Mendoza y Zúñiga.

Con las ausencias de la pareja, su hija Juana actuó como regente al ser la heredera. Juana murió en 1413 sin descendencia y viviendo aún sus padres, por ello la sucesión pasó a la segunda hija, Blanca quien con el tiempo llegaría a sucederlo como reina de Navarra a la muerte de Carlos.

Hay cierta confusión en torno a la muerte de Leonor. Se cree que murió en Olite el 27 de febrero de 1415 o en Pamplona el 5 de marzo de 1416. Su esposo murió en 1425 y fueron enterrados juntos en Pamplona, en la catedral de Santa María la Real.