Cuspio Fado
Cuspio Fado (lat铆n: Cuspius Fadus) fue el primer procurador romano de Judea.
Cuspio Fado | ||
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Ocupaci贸n | Pol铆tico | |
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Carrera pol铆tica
Cuando, en la primavera de 44, Herodes Agripa I muri贸, dej贸 un reino vasallo del Imperio Romano y un sucesor, su hijo Herodes Agripa II, muy joven. El emperador romano Claudio decidi贸 entonces poner el 谩rea bajo el control romano directo: estableci贸 la provincia de Judea, a帽adiendo al reino de Agripa I - que comprend铆a Iudaea, Idumea y Samaria- las regiones vecinas de Galilea y Perea; tambi茅n decidi贸 no confiar m谩s el gobierno a un prefecto, como sucedi贸 antes del ascenso de Agripa I al trono, sino a un procurador Augusti, un administrador del emperador.
Fado fue el primero de estos fiscales, tambi茅n elegido para mantener bajo control al gobernador de Siria, Cayo Vibio Marso, quien hab铆a sido enemigo ac茅rrimo de Agripa; la elecci贸n de un nuevo gobernador impidi贸 a Marso extender su control sobre Judea. Entre las disposiciones recibidas por Fado estaba la de castigar a los habitantes de Cesarea mar铆tima y Sebaste, que hab铆an deshonrado la memoria de Agripa y las im谩genes de sus hijas: la orden del emperador para Fado era enviar al extranjero las tropas auxiliares de Judea, reclutadas con habitantes de las dos ciudades, y reemplazarlas por tropas sirias; siguiendo las solicitudes de perd贸n, el emperador volvi贸 a su decisi贸n.
En 45, el emperador envi贸 a los sacerdotes jud铆os una carta en la que les conced铆a que guardasen las vestiduras del sumo sacerdote; Fado hab铆a sido informado, ya que previamente estas prendas deb铆an ser preservadas por el gobernador romano.
Fado tambi茅n tuvo que enfrentar y dominar tres rebeliones mesi谩nicas, lideradas por Teuda, un amram y Eleazaro ben Dinai. En particular, el primero convenci贸 a una multitud de ser un profeta, y les orden贸 tomar sus propiedades con ellos y seguirlo al Jord谩n, afirmando que pod铆an abrir las aguas con su propia palabra; Fado envi贸 un escuadr贸n de caballer铆a para matarlos, y envi贸 la cabeza de Teuda a Jerusal茅n .[1]
Durante su mandato probablemente comenz贸 una severa hambruna que golpe贸 la zona, especialmente durante el gobierno del sucesor de Fado, Tiberio Julio Alejandro quien asumi贸 el cargo en el 46.