Curador de arte

Un curador[1] o comisario de arte es la persona encargada de la «curaduría artística de una muestra expositiva» o de «comisariar una exposición».[2] Es una función propia de la museística, las exposiciones artísticas y el coleccionismo de arte. No debe confundirse con las funciones de conservación y restauración de obras de arte.

El curador o comisario artístico surge a partir de la idea de un conservador de arte. Este es un profesional capacitado en el conjunto de saberes que posibilitan la exposición, valoración, manejo, preservación y administración de bienes artísticos.

Este tipo de profesional es un agente activo en el ejercicio de los valores estéticos, formado principalmente, aunque no exclusivamente, en historia del arte y estética. Los hay de carácter público o privado, y entre cuyos objetivos está presente lo artístico y cultural (galerías de arte, museos, fundaciones). Actúa generalmente sobre los bienes artísticos, así como también participando en labores de administración y conducción, sin dejar de lado la elaboración de estudios y la investigación. Un curador de arte es la persona que cuando ve una obra puede llegar a saber cómo el artista llegó al resultado que se observa, un curador de arte debe saber detectar los materiales y técnicas utilizada en las obras y en estos momentos que la tecnología está tan avanzada donde existen tantos materiales y formas de manifestarse en el arte que para ser un buen curador hay que tener un conocimiento extenso tanto técnico como visual para darse cuenta de que la obra no es una copia, no es hecho por una máquina y que lleva lo que llamamos la justicia de lo que es arte a su nivel de expresión única y auténtica. Todo lo demás son puras especulaciones y opiniones no fundamentadas. Un curador es aquel que marca el valor en su época de lo que es una obra de arte.