Traba

Se da el nombre de traba a una cuerda o correa con que se ligan los pies o las manos a los caballos para que no puedan escaparse o andar más que lo que desea su dueño.

Caballo con traba para ser derribado

Las verdaderas trabas son unas correas cortas, anchas, con una hebilla fuerte en uno de sus extremos donde viene a enhebillarse el otro. Tienen además una anilla de hierro por donde pasan las cadenas o cuerdas que han de servir para determinar los medios de unión y las distancias que ha de haber de unas a otras. Se colocan en las cuartillas de los animales, debiendo tener una almohadilla en su parte interna para no hacer rozaduras; no deben comprimir pero tampoco estar tan flojas que los animales puedan sacárselas sin soltar las hebillas. Sirven las trabas para tirar a tierra a los animales cuando hay que practicarles alguna operación.

La costumbre de trabar a los que pasturan acarrea grandes perjuicios pues no solo falsean los aplomos y hace que se rocen los remos, sino que originan caídas, fracturas y aun el aborto. Siempre son perjudiciales para los potros y muletos. A los que tienen mucho peso creen algunos que es conveniente trabarlos de las manos pues si acostumbran a echarse y levantarse con las manos muy separadas suelen relajarse de los pechos, pero siendo tan natural la acción de echarse y levantarse lo harán sin necesidad de castigarlos poniéndoles trabas. Cuando las trabas descritas son más fuertes y toscas se llaman trabones y algunas veces unas y otros suelen tener una barreta de hierro que va de una a otra. Son muy convenientes cuando los animales tienen alguna herida o untura de corvejones y rodillas abajo y no se quiere que se rasquen y perjudiquen.

Referencias

Pedro Martínez de Anguiano (1871). Tratado completo de higiene comparada. Tip. de José María Magallón. pp. 124-.

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