Sinfonía n.º 8 (Beethoven)
La Sinfonía n.º 8 en fa mayor, op. 93 es una sinfonía de cuatro movimientos del compositor alemán Ludwig van Beethoven en 1812. Beethoven se refiere a ella con orgullo como su «pequeña sinfonía en fa», distinguiéndola de la Sexta Sinfonía, una obra de mayor duración también en fa mayor.[1]
Sinfonía N.8 | ||
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de Ludwig van Beethoven | ||
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Catálogo | Op. 93 | |
Tonalidad | Fa major | |
Fecha de composición | 1812 | |
Estreno | ||
Fecha | 27 de febrero de 1814 | |
Lugar | Viena | |
Detalles | ||
Estilo | Música clásica | |
La Octava Sinfonía fue comenzada hacia fines de 1811 y terminada en octubre de 1812. Su estreno se realizó bajo la dirección del propio compositor el 27 de febrero de 1814, en Viena.
Historia
En una época de su vida en que se vio obligado a enfrentarse a verdades muy penosas acerca de sí mismo, cuando tuvo que renunciar al único amor profundo que había conocido, cuando sufrió un alejamiento de su hermano, cuando contemplaba la posibilidad del suicidio, fue en esa época que Beethoven compuso su sinfonía más alegre, más despreocupada, una obra totalmente desprovista de las emociones sombrías de su vida.
Johann Mäzel se reunió con otros amigos de Beethoven en una cena de despedida para el compositor, quien estaba a punto de salir de viaje hacia fines de la primavera de 1812. Beethoven estaba en uno de sus estados de ánimo divertidos, que él mismo describía como «desabotonado». Durante la fiesta, Mäzel describió su metrónomo, con el cual esperaba proporcionarles a los compositores una forma de indicar el tempo con exactitud y proporcionar a los intérpretes una ayuda para una ejecución regular. Beethoven aplaudió la idea alegremente y de inmediato se lanzó a una canción aparentemente espontánea basada en el «ta ta ta» del instrumento de Mäzel. Los demás asistentes se unieron para convertir la canción en un rondó. Esta tonada intrascendente pasó a formar parte del segundo movimiento de la Octava Sinfonía, en la que Beethoven estaba trabajando en ese momento. La melodía cuenta con un acompañamiento acompasado sugerente del metrónomo.
Siempre ha sido difícil para los musicólogos ubicar a Ludwig van Beethoven entre los "clásicos" o entre los "románticos". No obstante, desde el punto de vista formal, especialmente durante el último período, Beethoven tiende hacia un clasicismo cada vez más logrado, en la medida en que profundiza en sus últimos límites las técnicas desarrolladas por sus antecesores clásicos, Mozart y especialmente Haydn.
Su producción sinfónica es sintomática de este “cruce” entre el rigor clásico y la poesía romántica. Así, si su primera y segunda sinfonías son bastante características del naciente romanticismo, en particular a través de ciertos juegos de ambigüedades tonales y en una escritura relativamente relajada, Beethoven desarrolla gradualmente sus sinfonías en un clasicismo formal cada vez más logrado. Beethoven escribió esta nueva sinfonía en 1812 y en ella destaca aún más este punto. Aunque más discreta que las tres anteriores, explora en particular las tensiones armónicas en la secuencia de tonos en una manera completamente singular, incluso única.
Dura unos 26 minutos, aproximadamente la misma duración que la quinta sinfonía, que también lleva ciertas técnicas clásicas a sus límites finales.
El estreno tuvo lugar el 27 de febrero de 1814, en un concierto en la Redoutensaal de Viena, en el que también se interpretó la Séptima Sinfonía (que había sido estrenada dos meses antes).[2] Beethoven se estaba volviendo cada vez más sordo en ese momento, pero sin embargo dirigió el estreno. Según se informa, "la orquesta ignoró en gran medida sus gestos desgarbados y, en cambio, siguió al violinista concertino".[3]
Cuando su alumno Carl Czerny le preguntó por qué la Octava era menos popular que la Séptima, se dice que Beethoven respondió: "Porque la Octava es mucho mejor".[4] Un crítico escribió que "los aplausos que recibió no fueron acompañados por ese entusiasmo que distingue a una obra que produce un deleite universal; en fin, como dicen los italianos, no hizo furor. Beethoven se enojó con esta recepción.[5] George Bernard Shaw, en su calidad de crítico musical, estuvo de acuerdo con la evaluación de la obra hecha por Beethoven y escribió que "En todos los aspectos más sutiles, la Octava es mejor [que la Séptima]".[6] Más recientemente, Jan Swafford ha descrito la Octava como "una mirada retrospectiva hermosa, breve e irónica a Haydn y Mozart",[7] con un contrapunto desafiante, furiosos ritmos cruzados, cambios repentinos de piano a forte, y episodios idílicos e incluso himnos".[8]
Instrumentación
La sinfonía está orquestada para dos flautas, dos oboes, dos clarinetes en si♭, dos fagotes, dos trompas en fa y si♭ (bajo), dos trompetas en fa, timbales y cuerdas.
Forma
La Octava Sinfonía consta de cuatro movimientos:
- Allegro vivace e con brio
- Allegretto scherzando
- Tempo di menuetto
- Allegro vivace
Análisis musical
La inclusión de este tema metronómico no es el único ejemplo de humor en la sinfonía. La obra abunda en pausas inesperadas, notas sorprendentes y gestos no preparados. Los súbitos estallidos en compás de 2/4 dentro del primer movimiento en 3/4 son un ejemplo del bien intencionado humor de la sinfonía. También es ingeniosa la forma en la que finaliza el primer movimiento, con el corte repentino de lo que parece ser una nueva expresión del tema principal.
Las notas repetidas incesantes que impregnan el segundo movimiento, incluso hasta su compás final, constituyen otra instancia del humor de la sinfonía. Cualquier pieza que carezca de un movimiento lento, pero que en cambio tenga un scherzo y un minué, necesariamente demostrará buen humor. Es así que el ingenio se continúa en el minué, que comienza con una deliciosa ambigüedad acerca de cuál tiempo es realmente el primero de cada compás.
El final comienza con una ambigüedad similar y con un tema intencionadamente intrascendente. Continuamente nos sorprendemos por el desarrollo sofisticado que crece a partir de un comienzo tan poco prometedor. La falsa recapitulación haydnesca, prácticamente en cuanto comienza la sección del desarrollo, es un non sequitur delicioso. El cierre excesivamente grandioso constituye una última humorada.
La "Pequeña Sinfonía" (como dijo el propio Beethoven) no tuvo el mismo éxito que la Séptima, escrita unas semanas antes; sólo fue reconocida como obra maestra después de la segunda guerra mundial por un público cuyo gusto ya no era tan romántico.
Sin embargo, un análisis musical más cercano socava la idea de una sinfonía de regresión a una era más espiritual. El primer movimiento y el final involucran, uno un tema principal rítmicamente muy dinámico, y el otro un Do sostenido menor que crea un tumulto y una mezcla estructural de la formas sonata y el rondó. La sinfonía termina con un pasaje muy largo de fuerte armonía tónica. Chaikovski dijo que este movimiento era "Una de las más grandes obras maestras sinfónicas de Beethoven".[9]
Algunas observaciones sobre la sinfonía:[10]
- Es la única sinfonía del compositor (y quizás la única en la historia de la sinfonía en cuatro movimientos) que no incluye un movimiento lento, lo que confirma su fama de obra ligera porque el movimiento lento es sustituido por un allegretto scherzando chispeante, fantasioso, y cómico (como el inesperado fortissimo de los violines en el compás 23), además este movimiento tiene como tema un canon compuesto tiempo antes por Beethoven para el cumpleaños de su amigo Johann Nepomuk Mælzel (el inventor del metrónomo).
- Es la única sinfonía de Beethoven que presenta un minueto, las otras ocho presentan scherzos (el minueto de la primera sinfonía es en realidad un scherzo, su tempo es demasiado rápido para un baile de tres tiempos).
- El final es un "final prodigioso, una de las páginas más atrevidas de Beethoven", según Igor Markevitch. Cabe señalar que Beethoven se aparta temporalmente del sistema tonal alrededor de los compases 307-336 al emplear modos antiguos, una anticipación del modo lidio que usó más tarde en el adagio del decimoquinto cuarteto. El tema principal, que escuchamos varias veces, es tocado primero pianissimo por las cuerdas solas hasta que es interrumpido por una gran "nota falsa", luego es retomado fortissimo por toda la orquesta. Su coda final recuerda, de forma más condensada y menos espectacular, a la famosa de la Quinta por su sucesión de acordes de tónica.
Véase también
Bibliografía
- Hopkins, Antony The Nine Symphonies of Beethoven (1981, Pan Macmillian, ISBN 0-330-26670-5).
- Rosen, Charles Sonata Forms (revised edition 1988; New York: Norton. ISBN 0-393-30219-9).
Referencias
- «Beethoven's Symphony No. 8 in F Major, Op. 93 : NPR».
- Rodney Corkin (2010). "Symphony No.8 in F major, op.93". lvbeethoven.co.uk.
- «New York String Orchestra». web.archive.org. 29 de septiembre de 2007. Consultado el 5 de septiembre de 2022.
- Steinberg, Michael. "The Symphony: a listeners guide". pp. 44–47. Oxford University Press, 1995.
- Solomon, Maynard. Beethoven. p. 214. Schirmer Books, 1977.
- Shaw, George Bernard. The Great Composers: Reviews and Bombardments. p. 107. California University Press, 1978.
- Swafford, Jan (2014). Beethoven : anguish and triumph : a biography. ISBN 978-0-618-05474-9. OCLC 881386554. Consultado el 5 de septiembre de 2022.
- Spencer, Stewart (2017). Beethoven's symphonies : nine approaches to art and ideas. ISBN 978-0-226-45388-0. OCLC 958779834. Consultado el 5 de septiembre de 2022.
- «The Eighth Symphony Concert. The Italian Opera - Tchaikovsky Research». en.tchaikovsky-research.net. Consultado el 5 de septiembre de 2022.
- Guide illustré de la musique symphonique de Beethoven de Michel Lecompte ed. Fayard.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Sinfonía n.º 8.
- Program notes by Steven Ledbetter.
- The score of the Eighth Symphony has been posted by the William and Gayle Cook Music Library at Indiana University.
- The Music Acoustics Group at the Swedish Royal Institute of Technology (KTH) has studied the differences between musical rhythm as created by musicians vs. metronome rhythm; for discussion and audio demonstrations consult their page on Rules for Music Performance.
- Analysis of the Beethoven Symphony No. 8 on the All About Ludwig van Beethoven page.
- Symphony No. 8 en el Proyecto Biblioteca Internacional de Partituras Musicales (IMSLP).
- La Octava Sinfonía de Beethoven:
edición del 18 de oct. del 2013 de Música y significado, programa de Radio Clásica de análisis musical.
- Beethoven (VIII):
emisión del 24 de mayo del 2019 de Música y significado.