Sesgo de género
El sesgo de género se define como los principios o preceptos que se asignan a una persona o colectivo basado en su género. Se trata de ideas, predilecciones o hasta prejuicios inconscientes basados en estereotipos socioculturales. Estas ideologías permea el conjunto social, se expresa como una creación cultural que arrastra un origen con perspectiva androcentrista. La construcción androcentrista ha privilegiado a los hombres sobre las mujeres a lo largo de la historia, creando relaciones desiguales, inequidades y sesgos de género. Los sesgos se encuentran adheridos a sistemas actuales que mantienen perspectivas patriarcales, cuya conducta discriminatoria ha afectado el desempeño de las mujeres en diversas actividades, profesiones o tareas. Estos logran hacerse evidentes en aristas raciales, de estrato social, laborales, de acceso a la salud, a la educación, a mejores salarios y empleos en igualdad de circunstancias con los hombres. [1]
Los sesgos se presentan desde la infancia hasta la vida adulta, así como en el momento de la adopción de roles. En el ámbito familiar, los sesgos encasillan a la mujer al trabajo doméstico y al hogar como un espacio exclusivo de responsabilidad femenina; mientras que a nivel laboral, son prejuicios basados en la masculinización. Estas ideologías estipulan que las mujeres no pueden desempeñar ciertas aptitudes debido a condiciones físicas o psicológicas. El impacto se ve reflejado en el denominado techo de cristal, que impide que una mujer alcance puestos de alto nivel en las organizaciones. Además de que crea una brecha salarial entre ambos géneros. [2][3][4]
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El sesgo o la parcialidad fue visto con huerza en el contexto de la pandemia. las mujeres han perdido muchos trabajos e incluso sus vidas debido a la violencia de género. Segundo Judith Buthler, "Pensemos en las víctimas de feminicidio en América Latina, especialmente en Honduras, Guatemala, Brasil, Argentina, El Salvador, pero también aquí en México, que incluyen a toda persona brutalizada o asesinada por ser feminizada, y eso incluye a una gran cantidad de personas trans. mujeres y miembros de la comunidad travesti"[5].
También según otra intelectual Silvia Frederici desarrolla la categoría de trabajo doméstico femenino no reconocido y no remunerado, incluso el la pandemia: «se habla ahora de los servicios esenciales y nunca se dice que el trabajo doméstico es el servicio más esencial que hay porque cada día reproduce la vida. Reproducir la vida tiene muchos elementos, no es solamente limpiar, cocinar, llevar a los niños al parque, es todo un trabajo emocional»[6].
La existencia de los sesgos crea un obstáculo para el desarrollo de diferentes esferas de la sociedad, incluyendo la producción científica, el urbanismo, el transporte, el clima, la economía o la religión, entre otros muchos. [7] Con la digitalización de las relaciones se avanza en el terreno de Internet, donde se agravan los estereotipos, con la representación de voces femeninas de Inteligencia Artificial, que son asistentes como Siri, Alexa y Cortana. “Informe de la Unesco advierte: “asistentes” virtuales reproducen el sometimiento femenino. Empresas como Apple y Google atribuyen caracterizaciones estereotipadas a las aplicaciones: en el nombre, en la voz y en la construcción de una “personalidad” de sierva”[8].
De forma específica, Rosa Vázquez establece tres grandes tipos de sesgos:
- Androcentrismo (implica invisibilizar a las mujeres).
- Insensibilidad de género (no se considera al sexo y género como variables significativas en todos los contextos).
- Dobles estándares (se utilizan diferentes criterios para tratar y evaluar situaciones o problemáticas parecidas o idénticas para los sexos).
Véase también
Referencias
- Fernández Carballo, Rodolfo (2016). «30». Preceptos de la ideología patriarcal asignados al género femenino y masculino, y su refractación en ocho cuentos utilizados en el Tercer Ciclo de la Educación General Básica del Sistema Educativo Costarricense en el año 2005. Revista Educación.
- Castro, Luna (2021). Diferencias y sesgos de género en la financiación de la investigación: un enfoque dinámico. Instituto de Políticas y Bienes Públicos.
- Camarena, María Elena (2018). El techo de cristal en México. México: Universidad Nacional Autónoma de México.
- Moreno Colom, Sara (2018). «163». La masculinización del tiempo dedicado al trabajo doméstico rutinario. España: Revista Española de Investigaciones Sociológicas.
- «El País. JUDITH BUTLER. Judith Butler: “De quem são as vidas consideradas choráveis em nosso mundo público?”.».
- «Silvia Federici: «El trabajo de los cuidados es el más esencial que hay»». https://efeminista.com/. 28 de mayo de 2020. Consultado el 31 de mayo de 2022.
- Guilleminot Coello, Carol (2020). Sesgos de género en la construcción científica del conocimiento. Tecnología & Sociedad.
- «Siri e Alexa: a inteligência artificial é machista».