Pedro Luis Medina
Pedro Luis Medina (5 de octubre de 1957 - 25 de marzo de 1997) fue un refugiado cubano que fue ejecutado en Florida por el asesinato de Dorothy James, una mujer de 52 años, en Orlando. Las circunstancias de su ejecución elevaron objeciones al uso de la electrocución como un medio de la pena capital.[1]
Pedro Luis Medina | ||
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![]() Foto policial de Medina | ||
Información personal | ||
Otros nombres | Willie Lance | |
Nacimiento |
5 de octubre de 1957![]() | |
Fallecimiento |
25 de marzo de 1997 (39 años)![]() | |
Causa de muerte | Electrocución | |
Nacionalidad | Cubana y estadounidense | |
Información criminal | ||
Cargos criminales | Asesinato en primer grado, robo, escape | |
Condena | Pena de muerte | |
Situación penal | Ejecutado en la silla eléctrica en 1997 | |
Asesinato
Medina fue uno de los casi 125.000 cubanos que partieron a los Estados Unidos durante el Éxodo del Mariel en 1980. Con el tiempo él vivió con su media hermana en Orlando. Su víctima, Dorothy James, una profesora de gimnasia de una escuela primaria, vivía en un apartamento de al lado. James se hizo amiga de Medina.
James fue encontrada muerta en su apartamento el 4 de abril de 1982. Había sido amordazada y apuñalada varias veces hasta morir. Temprano en la mañana del 8 de abril de 1982, Medina fue encontrado dormido en el automóvil de James en un área de descanso en la Interestatal 10 cerca de Lake City y fue detenido por el robo del automóvil. Al día siguiente, los detectives del Condado de Orange, Florida, que investigaban el asesinato de James entrevistaron a Medina en la cárcel del condado de Columbia sobre el robo del automóvil y el asesinato. La explicación de Medina de cómo llegó a estar en el vehículo de James no fue convincente para los detectives. Medina fue detenido y acusado por el asesinato de James. Medina solicitó un examen psiquiátrico y fue examinado por dos psiquiatras. Cada uno determinó que Medina reunía con los criterios legales competentes para ser juzgado. El tribunal de primera instancia encontró a Medina apto para ser juzgado.
Medina fue juzgado por un jurado en el Condado de Orange del 15 al 18 de marzo de 1983. Medina testificó en su propia defensa y negó haber asesinado a James. Sin embargo, admitió haber estado en el apartamento de James la noche del asesinato y que estaba en el apartamento de James cuando esta estaba muerta. Medina también admitió que un sombrero encontrado por los detectives de la policía en una cama cerca del cuerpo de James era su sombrero y que tomó el automóvil de James después de que fuera asesinada. Medina admitió conducir el automóvil de James a Tampa y que ofreció vender el automóvil a un hombre con el que se involucró en una pelea en el momento del intento de venta. El hombre al que Medina estaba vendiendo el automóvil testificó que le había dado a Medina 250 dólares por el vehículo, pero luego Medina se fue con el automóvil. Cuando las autoridades policiales buscaron en el vehículo tras el arresto de Medina, fue encontrado un cuchillo en el interior de este.
Pedro Luis Medina fue declarado culpable de asesinato en primer grado y robo de auto. El jurado compuesto por 12 ciudadanos, por una votación de diez a dos, recomendó la pena de muerte para la condena por asesinato. El tribunal de primera instancia encontró dos circunstancias agravantes y una sola circunstancia atenuante. El tribunal consideró que las circunstancias agravantes superaban la circunstancia atenuante y sentenció a Medina a muerte. La Corte confirmó las sentencias y condena de Medina. (Medina v. State, 466 So.2d 1046 (Fla. 1985)).
Fue enviado al corredor de la muerte en la Prisión Estatal de Florida, cerca de la ciudad de Starke en 1982. Tanto la hija de la víctima como el papa Juan Pablo II habían pedido clemencia para Medina. Sus últimas palabras antes de ser ejecutado el martes 25 de marzo de 1997, fueron: "Todavía soy inocente".[1] Durante la administración de la corriente eléctrica, la silla eléctrica conocida como "La Freidora" (o "Old Sparky") no funcionaba correctamente, causando que la cabeza de Medina ardiera en llamas.[2]
Controversias
En 1999, el estado de Florida escuchó una petición de Thomas Harrison Provenzano, otro preso en el corredor de la muerte, que argumentó que la silla eléctrica era un castigo cruel e inusual. Durante el proceso, el reverendo Glen Dickson, quien estuvo presente en la ejecución de Medina, testificó que vio las llamas y el humo que salieron de la cabeza de Medina, olía un olor acre y vio a Medina tomar tres respiraciones trabajosas después de que la corriente eléctrica de la silla había sido apagada y la correa sosteniéndolo en ella se había aflojado.
Patricia McCusker, Superintendente Asistente del Campo de Trabajo en la Prisión Estatal de la Florida, también testificó. Dijo que vio la mano izquierda de Medina apretarse mientras se estaba aplicando la corriente. Ella corroboró la observación de Dickson del humo y las llamas que venían de la cabeza de Medina y un olor, que ella dijo era un olor a quemado. McCusker dijo que ella también vio movimientos en el pecho de Medina después de que la corriente había sido apagada, pero afirmó que eran contracciones del músculo del pecho que no implicaban la respiración.
Referencias
- «Condemned Man's Mask Bursts Into Flame During Execution.» (en inglés). The New York Times. 26 de marzo de 1997. Consultado el 30 de agosto de 2017.
- «Ardió la cabeza de un reo en la silla eléctrica». La Nación. 26 de marzo de 1997. Consultado el 30 de agosto de 2017.
Enlaces externos
- MEDINA v. STATE - Florida Supreme Court. (en inglés)
- IN RE: Pedro MEDINA -- U.S. 11th Circuit Court. (en inglés)
- August 3, 1999 Order Upholding Constitutionality of the Electric Chair. (en inglés)
- Florida Has Executed 56 Inmates Since 1979. Floridians for Alternatives to the Death Penalty (2003-05-16). (en inglés)
- Inmate Release Information Detail - Inmate 088991. Departamento de Correcciones de la Florida. (en inglés)