Obispado castrense de Chile

El obispado castrense tiene jurisdicción personal peculiar ordinaria y propia sobre los fieles católicos militares de rito latino (y otros fieles definidos en los estatutos), incluso si se hallan fuera de las fronteras del país, pero los fieles continúan siendo feligreses también de la diócesis y parroquia de la que forman parte por razón del domicilio o del rito, pues la jurisdicción es cumulativa con el obispo del lugar. Los cuarteles y los lugares reservados a los militares están sometidos primera y principalmente a la jurisdicción del ordinario militar, y subsidiariamente a la jurisdicción del obispo diocesano cuando falta el ordinario militar o sus capellanes. El ordinariato tiene su propio clero, pero los obispos diocesanos le ceden sacerdotes seculares y religiosos para llevar adelante la tarea de capellanes militares de forma exclusiva o compartida con las diócesis.

Su sede episcopal se encuentra en la ciudad de Santiago. El 7 de julio de 2015, en reemplazo de monseñor Juan Barros Madrid, fue nombrado monseñor Santiago Silva Retamales, obispo auxiliar de Valparaíso y presidente de la Comisión Nacional de Animación Bíblica de Pastoral.

Durante el siglo XIX los capellanes del Ejército de Chile (los de las guarniciones del norte de Chile) dependían de la arquidiócesis de Arequipa en Perú. Esto representaba un problema, pues generalmente esta ponía impedimentos al servicio religioso militar, esto dado por los resabios de la guerra del Pacífico. Ante estos hechos y ante la necesidad de dar un servicio religioso estable y constituido a las FF.AA. de la República de Chile, el 3 de mayo de 1910 el papa Pío X erigió el vicariato militar castrense de Chile, siendo su primer vicario Rafael Edwards Salas. Este tendría como objetivo atender las necesidades espirituales de los miembros de las Fuerzas Armadas en servicio activo y sus familiares inmediatos.

Mediante la promulgación de la constitución apostólica Spirituali Militum Curae por el papa Juan Pablo II el 21 de abril de 1986[2] los vicariatos militares fueron renombrados como ordinariatos militares o castrenses y equiparados jurídicamente a las diócesis.[3] Cada ordinariato militar se rige por un estatuto propio emanado de la Santa Sede y tiene a su frente un obispo ordinario nombrado por el papa teniendo en cuenta los acuerdos con los diversos Estados. De esta forma se constituyó el obispado castrense de Chile. Su primer obispo fue monseñor José Joaquín Matte Varas y el 7 de julio de 2015 fue nombrado en el cargo monseñor Santiago Silva Retamales.

La sede episcopal se encuentra en la catedral castrense de Nuestra Señora del Carmen, ubicada en la comuna de Providencia de Santiago de Chile.

De acuerdo al Anuario Pontificio 2020 el ordinariato en 2019 tenía 83 sacerdotes.

• Sitio Oficial del Obispado Castrense de Chile
• Documentación sobre ordinariatos militares