Nacidos de la bruma

La historia tiene lugar en un planeta llamado Scadrial, situado dentro del universo del Cosmere[1]creado por el autor. Antes de la primera trilogía era un planeta con múltiples similitudes con La Tierra, pero donde algunos de los habitantes hacen uso de poderes mágicos. El mundo está gobernado por dos seres que los habitantes toman por divinidades, Ruina y Conservación. En la época de la primera trilogía el mundo es mucho más caluroso y se caracteriza por las lluvias de cenizas y brumas nocturnas, pero tras los sucesos de dicha trilogía vuelve a sus aspecto original similar al terrestre. Tecnológicamente hablando la primera trilogía se sitúa en una época medieval tardía y la segunda trilogía, que ocurre 300 años después, en una época industrial temprana.

El autor utiliza en todas las novelas del Cosmere el concepto de Investidura,[2] un poder que se manifiesta en diferentes formas de magia en función del planeta en el que nos encontremos. En Scadrial la magia se manifiesta de tres maneras diferentes, teniendo todas en común que hacen uso de los metales:

• Alomancia:[3] Los alomantes consumen metales que queman en su estómago para obtener poderes, dependiendo del metal quemado el efecto será distinto. Una misma persona puede ser capaz de quemar uno o varios tipos de metal y sólo podrá hacer uso de los poderes correspondientes a dichos metales. Existen dieciséis metales alomanticos, algunos ejemplos son el hierro que al quemarlo permite atraer objetos metálicos o el peltre que concede cualidades físicas aumentadas.
• Ferruquimia:[4] Los ferruquímicos son capaces de almacenar y extraer diferentes atributos en metales, cada metal es capaz de almacenar un atributo concreto. Se usan los mismos metales que para la alomancia, en este caso el hierro permite almacenar peso físico y el peltre fuerza física. La principal característica de la ferruquimia es que no hay ganancia de atributos, es decir, si una persona almacena la mitad de su peso durante una semana estará una semana pesando la mitad y podrá extraer ese peso después para estar una semana pesando un 50% más.
• Hemalurgia:[5] Es la forma metálica más violenta, ya que requiere sacrificar una persona con un clavo metálico para robar una determinada propiedad de esa persona e insertar el clavo en otra persona para darle la propiedad. Cada uno de los dieciséis metales roba un atributo, por ejemplo el hierro roba fuerza (al clavar un clavo de hierro cargado en una persona esta será más fuerte) y el peltre roba los poderes físicos ferruquímicos de una persona (al clavar el clavo la persona tendrá esos poderes).

La alomancia y la ferruquimia son cualidades innatas y hereditarias que no pueden ser adquiridas (salvo si son robadas con hemalurgia), mientras que cualquier individuo puede ser receptor de un clavo hemalúrgico.