Joaquín Domingo Esteban

Joaquín Domingo Esteban (Portalrubio (Teruel) hacia 1750 - Pamplona, circa 1819). Con aproximadamente veinte años se encuentra en Pamplona contratado por el impresor y editor Miguel Antonio Domech; tras la muerte de su suegro Pascual Ibáñez en 1775 asume el negocio familiar en el que permanece al menos hasta 1819 ejerciendo durante 44 años como impresor, editor y librero.[1]

Joaquín Domingo

Marca de impresor de Joaquín Domingo
Información personal
Nacimiento Portalrubio (España)
Fallecimiento Pamplona (España)
Residencia Pamplona
Familia
Cónyuge Joaquina Ramona Ibáñez
Información profesional
Ocupación Impresor librero
Años activo 1770-1817
Firma

Familia y trabajo

Su inicio como impresor en Pamplona es similar al de José Longás, Benito Cosculluela y, también, al del que sería su suegro Pascual Ibáñez, ya que todos ellos son de origen aragonés y comienzan su vida profesional en la capital navarra en el taller que había fundado José Joaquín Martínez, también aragonés.[2]

"Ejecutorial de hidalguía" impreso por Joaquín Domingo Mayor y Menor en 1819. Se trata del último trabajo conocido de Joaquín Domingo Mayor[3]

Cuando Miguel Antonio Domech, sucesor de José Joaquín Martínez, cierra el negocio, probablemente Joaquín Domingo pasa a trabajar al servicio de Pascual Ibáñez. Tres meses después de la muerte de su patrón, se casa en enero de 1776 con su hija Joaquina Ramona,[4] y de esta manera entra con autoridad en el mundo de los impresores de Pamplona, como se comprueba en su boda, en la que firman como testigos José Miguel Ezquerro y Benito Cosculluela. Tuvo siete hijos, nacidos entre 1776 y 1792, una mujer y seis varones de los que tres ejercieron como impresores autónomos: Joaquín Domingo, José Fermín Domingo y Ramón Domingo.

Durante 25 años trabaja al frente del taller que su suegro había montado en la calle del Carmen, donde también tiene la librería; pero en 1800 lo traslada al número 18 de la calle Mercaderes. Se trata de un emplazamiento próximo al primero, en el entorno habitual de las imprentas y librerías de Pamplona, lo que induce a pensar que el cambio obedeció a mejoras en el local, como pueden ser mayor amplitud o mejor accesibilidad.

Entre 1814[5] y 1819 trabaja con su hijo Joaquín, de tal manera que en esos años en el pie de imprenta figuran “Joaquín Domingo, Mayor y Menor”. Después de 1819[6] los trabajos solo llevan el nombre de su hijo Joaquín y el suyo desaparece definitivamente, posiblemente por haber fallecido cuando tendría unos setenta años.

Impresor y librero

La súbita muerte de Pascual Ibañez obligó a Joaquín Domingo a colocarse al frente del negocio, incluso antes de casarse, ya que los hijos de su patrón eran demasiado jóvenes. De esta manera, en el mismo año del fallecimiento hace frente a los compromisos contraídos y su nombre aparece en el pie de las publicaciones. Pero la titularidad de la imprenta tardará todavía un par de años en definirse, en tanto se resuelve la herencia y, por este motivo, en 1776 y 1777 las impresiones aparecen con la referencia de "Herederos de Pascual Ibáñez"; sin embargo, a partir de la última fecha llevarán el nombre de Joaquín Domingo.[7]

No hay noticias en cuanto a sus empleados, aunque es posible que hubiera tenido a su servicio a Javier Gadea antes de que se estableciera por cuenta propia.

Producción de libros

Ordenanzas de Tudela procedentes de la "oficina" de Joaquín Domingo "impresor y mercader de libros" (1769)

La actividad de Joaquín Domingo como impresor de libros[8] se inicia en 1776 y termina en 1819.

No obstante, se conoce un trabajo de Joaquín Domingo realizado en su "oficina", en Pamplona en 1769, cuya portada se reproduce a la derecha. Es probable que se llevara a cabo en un momento en el que el tipógrafo pretendió establecerse por su cuenta, tanto como impresor como "mercader de libros", antes de ingresar en el taller de Pascual Ibáñez, y que empleara un taller ajeno, motivo por el que no da noticia de su dirección como era habitual en los tipógrafos con negocio propio.

En los 44 años de actividad continuada de Joaquín Domingo (1776-1819) se tiene noticia de la publicación de 27 títulos. En este tiempo se advierten tres periodos prolongados de inactividad, el correspondiente a 1782-1785, el de 1789-1795, en el que se registra la guerra de la Convención (1793-1795), que afectó directamente a la capital navarra, y finalmente el de 1808-1814, que coincide con la guerra de la Independencia, cuando las imprentas únicamente recibieron pequeños encargos de los bandos contendientes, tales como bandos, circulares, órdenes y manifiestos. Todo ello repercute en un nivel de actividad extraordinariamente bajo, con una media anual de 0,6 títulos. No obstante, desde finales del siglo XVIII el taller acomete trabajos de gran dimensión, como la Biblioteca nueva de los escritores aragoneses de Félix de Latassa, con seis volúmenes editados entre 1798 y 1802; los seis últimos y voluminosos tomos de las obras de fray Luis de Granada aparecidos entre 1799 y 1800,[9] y el comienzo de 1807 de las obras de María Jesús de Ágreda que constaban de once volúmenes.


Producción de libros de la imprenta de Joaquín Domingo (1776-1819)[10]


La calidad técnica de sus trabajos se puede calificar de aceptable, aunque sin obras que destaquen por su especial mérito.

Tomo I de la las Obras de fray Luis de Granada publicado en 1780

Ediciones

Obras de fray Luis de Granada (1780-1800)

En 1780 comienza su principal proyecto editorial, que es la publicación en nueve tomos de las obras de fray Luis de Granada, un autor de gran aceptación y venta todavía en el siglo XVIII. Finalmente, seguramente impulsado por el éxito económico, amplió la edición de nueve volúmenes a doce. Para ello publicó el tomo diez con sermones de este autor, el once con tres obras de piedad ajenas al mismo y el doce con las biografías de Bartolomé de los Mártires, Juan de Ávila y del mismo Luis de Granada.[11]

La obra tuvo un ritmo de publicación irregular, ya que se extendió durante 20 años: en 1780 sale el tomo primero, al año siguiente aparece el segundo, y al cabo de tres años, en 1784, salen el tercero y cuarto, mientras que al año siguiente aparece el quinto; nuevamente se registra un espacio de inactividad que se rompe a los cuatro años, en 1789, cuando se publica el sexto. A partir de esta fecha la obra se interrumpe durante diez años y, por fin, en 1799 se reanuda con tres tomos para concluir al año siguiente con la publicación de los tres últimos. Tenían el formato de cuarto y sumaban más de 6300 páginas, con una media de 530 por tomo.

La edición se comercializó inicialmente por suscripción, un procedimiento de venta que Ibáñez puso en práctica por vez primera entre los editores navarros y que inmediatamente tuvo seguidores en los años 1782, 1784 y 1785. Cabe pensar que Domingo, durante el largo periodo que le ocupó la impresión, se hizo con una lista nutrida de compradores, lo que le animó a ampliar el número de volúmenes de los nueve inicialmente anunciados a doce.

"Lista de los señores suscriptores" a las Obras de fray Luis de Granada

Suscriptores

Una vez que el editor en el tomo primero ha expuesto su proyecto editorial, a lo largo del dilatado tiempo de publicación de esta obra no vuelve a mencionar el sistema de venta por suscripción ni alude a los suscriptores. Habrá que esperar al último tomo, impreso en 1800, para conocer a los compradores, que aparecen relacionados en la páginas finales. Después de 20 años de edición, cabe pensar que los abonados reseñados en el tomo XII son los que se han incorporado en la última etapa de la edición, iniciada en 1799, a los que se podrían añadir los contados que se han mantenido fieles a la obra desde sus comienzos, pues serían numerosos los compradores que, hastiados o fallecidos, habrían quedado en el camino. No cabe duda de que el editor, a pesar del tiempo transcurrido desde la aparición del tomo primero, cuenta con existencias suficientes para servir a los nuevos suscriptores, tal y como se desprende de la dilatada vigencia que entonces tenían los títulos en los estantes de los libreros.

En la lista aparecen los nombres de 526 suscriptores, un número que garantizaría la viabilidad económica de la edición. En su práctica totalidad son varones: 522, de los que dos tercios eran religiosos, principalmente sacerdotes. En cuanto a las instituciones solo figuraba el Seminario Conciliar de Pamplona. Las ventas se concentraban en su mayor parte en Navarra, y de manera significativa en Pamplona.

Mística ciudad de Dios (1807-1816)

Vida de María Jesús de Ágreda publicada con las obras de esta religiosa, lleva la fecha de 1807 aunque su comercialización debió de producirse en 1816

Sin duda animado por el éxito económico de las obras de fray Luis de Granada, emprende la edición de la Mística ciudad de Dios de la monja concepcionista María Jesús de Ágreda.[12] Esta obra consta de diez tomos en cuarto, impresos en buen papel, que suman aproximadamente 5000 páginas. En esta ocasión debió de contar con el trabajo de su hijo Joaquín y la financiación del convento franciscano de Pamplona.[13] La impresión comenzó en mal momento, un año antes del estallido de la guerra de la Independencia, lo que inevitablemente trastocó el plan de edición. Todos los volúmenes llevan la fecha de 1807, sin embargo debió de concluirse en 1816, dos años después de acabada la contienda, ya que la fe de erratas del primer tomo está fechada en ese año.

Se como fuere, la edición de las obras de María Jesús de Ágreda constituye el final de un periodo de gran actividad comercial de los editores navarros, iniciado en 1780, y el comienzo de otro marcado por la modestia de las ediciones por su temática, volumen y dimensión comercial. En lo sucesivo las ediciones más ambiciosas se promoverán en las principales ciudades españolas.

Trabajos menores

Al igual que su suegro, Pascual Ibáñez, recibe constantes encargos menores, de papelería, de la Diputación, que le considera impresor oficial del reino de Navarra, un cargo que en esta época ya no está remunerado pero que le confiere una suerte de monopolio. También recibe encargos del Ayuntamiento de Pamplona, como sucede en 1782 cuando imprime 2000 albaranes del "peso real" por 210 reales, o en 1807 cuando imprime los "papeles de convite" para los exámenes de gramática celebrados en las "aulas de la ciudad".[14]

Encuadernación

En cuanto a trabajos de encuadernación, en 1776 cobra de la Diputación la importante cantidad de 1116 reales fuertes por encuadernar 186 volúmenes de la Novísima Recopilación de las leyes de Navarra, que se había publicado en 1735, y de Cuadernos de Leyes, al precio de seis reales el volumen. En 1780 prepara diversos trabajos, “inventarios y rótulos”, para la ordenación de los archivos, que importan 2160 reales, y en 1786 encuaderna en pasta ejemplares de los Anales del Reino de Navarra y de la Novísima Recopilación, por lo que percibe 369 reales. De sus trabajos para la catedral de Pamplona da cuenta una factura de 1796 por la impresión y arreglo de 24 libros de responsos y de canto.

Galería de imágenes

Véase también

Imprenta en Navarra

Referencias

  1. Itúrbide, 2015. CD-ROM. "Diccionario de impresores…". Domingo, Joaquín.
  2. Itúrbide, 2007, 186.
  3. Las imágenes de este artículo proceden de la Biblioteca de Navarra y de la Biblioteca Navarra Digital (BINADI).
  4. Itúrbide, 2007, 206.
  5. Pérez Goyena, VI, 246.
  6. Pérez Goyena, VI, 359.
  7. Itúrbide, 2007, 210.
  8. El Diccionario de la Real Academia precisa que un libro es "todo impreso no periódico que contiene 49 páginas o más, excluidas las cubiertas". Se ha de tener presente que los trabajos más frecuentes en las imprentas manuales eran de carácter menor, tales como papeles sueltos, carteles, formularios, folletos, etcétera.
  9. Itúrbide, 2015, 339.
  10. Itúrbide, 2015, CD-ROM. "Diccionario de impresores…". Domingo, Joaquín.
  11. Itúrbide, 2015, 394-396.
  12. Pérez Goyena, VI, 127-129.
  13. En 1494 la Orden de la Inmaculada Concepción adoptó la regla de las clarisas y se sometió a la dirección de los Frailes Menores Observantes (franciscanos).
  14. Pérez Goyena, VI, 124.
  15. Itúrbide (2007), p. 181.

Bibliografía

  • Itúrbide Díaz, J. Escribir e imprimir: el libro en el Reino de Navarra en el siglo XVIII. Pamplona, Gobierno de Navarra, 2007.
  • Itúrbide Díaz, J. Los libros de un Reino. Historia de la edición en Navarra (1490-1841). Pamplona, Gobierno de Navarra, 2015.
  • Pérez Goyena, A. Ensayo de Bibliografía Navarra : Desde la creación de la imprenta en Pamplona hasta el año 1910. Pamplona, Institución Príncipe de Viana, etcétera, 1947-1964, IX v.

Enlaces externos

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