Javier Gadea
Javier Gadea (Miranda de Arga, 7 de febrero de 1752 - Pamplona, después de 1828) Es un librero activo en la capital navarra desde 1794 y posteriormente como impresor desde 1804. Permaneció activo hasta 1828, cuando debió de morir. Su trayectoria como impresor es particularmente modesta; por otra parte, editó por cuenta propia obras de demanda constante que vendió, junto con otras ajenas, en su "librería de la calle de la Navarrería".
Javier Gadea | ||
---|---|---|
Información personal | ||
Nacimiento |
1752 Miranda de Arga (España) | |
Fallecimiento |
1828 Pamplona (España) | |
Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Padres | Fermín Gadea y María Josefa Ezquerro | |
Cónyuge | Juana María de Orrio Erro | |
Información profesional | ||
Ocupación | impresor, librero y editor | |
Sucesor | José Ambrosio Imaz | |
Vida
Javier Romualdo Gadea, como figura en su acta de bautismo, nació en 1752 en Miranda de Arga, era hijo de Fermín Gadea y María Josefa Ezquerro. La madre era probablemente hija del impresor Pedro José Ezquerro, con imprenta propia en Pamplona entre 1725 y 1757, en la que, cabe pensar que, años más tarde, Javier Gadea había aprendido el oficio de impresor y librero.
En 1780 se casó en la parroquia de San Juan Bautista de Pamplona con Juana María de Orrio Erro, con la que tuvo al menos seis hijos entre 1782 y 1797, cinco mujeres y un varón, este debió de fallecer antes de 1796.
Se tiene noticia de que en 1786 ya vivía arrendado en una casa de la calle Calderería y que trabajaba por cuenta ajena. Aquí debió de residir siempre, ya que sus hijos fueron bautizados en la parroquia de San Juan Bautista a la que pertenecía la calle en que vivía.
Le sucedió su yerno José Ambrosio Imaz, casado en 1828 con María Antonia. Esta no era la primogénita, pero su marido parecía el más idóneo para continuar el negocio familiar, que dirigió desde 1832 hasta 1854.
Librero
En 1794 toma como aprendiz de librero por seis años a Javier Goyeneche, un muchacho de catorce años, hijo de viuda, que sabe escribir correctamente.[1] Este hecho apunta a que por esa fecha abrió su librería, en tanto que la imprenta tardaría diez años en entrar en funcionamiento. Conviene tener en cuenta que en ese mismo año (1794) ya habían fallecido sus padres y cabe pensar que la herencia recibida de ellos le permitió comprar el utillaje y el fondo bibliográfico necesarios para abrir la librería. Se tiene noticia de que su padre, Fermín Gadea, tenía casas y tierras en Miranda de Arga.
En torno a 1799 mantiene relaciones comerciales con diversos libreros, como Fermín Larumbe, residente en Vitoria, al que suministra entre otros títulos, una docena del "Libro de la oración y meditación" de fray Luis de Granada que había editado tres años antes; además de obras menores y de fuerte demanda, como catecismos y libritos de devoción, algunos de los cuales remite en rama (plegados, pero sin encuadernar). También le vendió pergamino para encuadernaciones y papel.
En 1800 fue denunciado juntamente con su colega Francisca Ardanaz, viuda de José Longás, por vender fraudulentamente catecismos, un título muy popular cuya venta en exclusiva correspondía al Hospital General de Pamplona.[2]
Impresor
Tras al menos ocho años como librero, en torno a 1804, con cincuenta años cumplidos, abrió un taller de imprenta en número 11 de la calle Navarrería, en el mismo edificio que albergaba su vivienda y la librería. En este entorno urbano se situaban los negocios de sus colegas de la capital navarra.
Producción impresa
Anque tenía una librería desde al menos 1794, hasta 1804 no se tiene noticia de que contara también con una imprenta. Sea como fuere, entre 1804 y 1828, es decir a lo largo de 25 años solo se tiene la noticia de 23 impresos. Evidentemente su actividad está por debajo de sus colegas en la capital navarra.
Con el inicio de la Guerra de la Independencia se abre un largo periodo en el que no se conocen impresos. Los trabajos de impresión se intensifican en 1820, con el restablecimiento del liberalismo, y durante el Trienio Liberal las imprentas, amparadas por la libertad de prensa, sacan a la luz una producción insólita de carácter político, mayoritariamente hojas sueltas y folletos.
Los años finales de trabajo de Javier Gadea ofrecen una actividad constante que contrata con la debilidad de sus comienzos profesionales. Es probable que en estas fechas, cuando Gadea había cumplido setenta años, el negocio lo llevara su yerno José Imaz, que tras su muerte se haría con la propiedad del mismo, y que este le confiriera un nuevo impulso.
Producción de la imprenta de Javier Gadea (1804-1828)[3] |
---|
![]() |
Gadea cuenta con tipos nuevos y letras capitulares ornamentadas al gusto de la época. La composición tipográfica es de gusto neoclásico, con portadas limpias, el texto justificado al centro, sin orlas y a lo sumo con una línea ornamentada para la separación del pie de imprenta. Por el contrario, el texto tiende a ser abigarrado, con márgenes escasos. La calidad del papel es regular en líneas generales.
En una ocasión se conoce el empleo de un grabado calcográfico, se trata del Reglamento de la Sociedad Patriótica de Pamplona (1820) donde se muestra a toda página el emblema de esta entidad, ejecutado de manera rudimentaria y mediante la acumulación de elementos de difícil comprensión.[4]

La producción se caracteriza por su irregulariad en el tiempo y por su modestia material, ya que algo más de la mitad está formada por folletos y hojas sueltas. Sólo en tres ocasiones imprime libros de cierto volumen, con más de doscientas páginas. En 1818 sacó una "nueva impresión corregida" del demandado "Libro de la oración y meditación" de fray Luis de Granada;[5] tenía 450 páginas aunque el formato era pequeño, de 15 centímetros de altura, como era habitual en estas publicaciones destinadas a la devoción individual. Al final de su vida profesional, en 1825 cuando posiblemente el negocio ya lo regentaba su yerno, imprimió Historia de la guerra de la División Real de Navarra contra el instruso sistema llamado constitucional, escrita por el clérigo Andrés Martín, protagonista destacado de la sublevación absolutista, que tenía 286 páginas y 19 centímetros;[6] al año siguiente sacó la Regla de la Orden que para sus hijos Terceros Seglares instituyó San Francisco, con 296 páginas y diez centímetros.[7] Estos dos libros serían encargos, mientras que el de fray Luis de Granada lo editaría por su cuenta.
Por lo que se refiere al contenido de los impresos, predominan los relacionados con el liberalismo y el Derecho, tales como estatutos, ordenanzas municipales así como constituciones y reglamentos de asociaciones religiosas y laicas. Todos ellos vieron la luz en el Trienio Liberal, cuando la actividad impresora fue particularmente intensa. El segundo lugar correspondería a los de contenido religioso, en los que figuran trabajos menores y de gran demanda como novenarios, viacrucis y catecismos, entre los que se cuenta una edición en vascuence del catecismo de Astete,[8] idioma en el que también imprimen sus colegas Joaquín Domingo y José Francisco de Rada.[9]
Véase también
Referencias
- Itúrbide (2015), p. 380.
- Itúrbide (2015), p. 271.
- Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibiográfico de Navarra (CCPBN) y Pérez Goyena (1953) T. VI.
- Pérez Goyena (1953), T. VI, n. 4481.
- Itúrbide (2015), p. 498.
- Pérez Goyena (1953), T. VI, n. 4976.
- Pérez Goyena (1953), T. VI, n. 4931.
- Pérez Goyena (1953), T. VI, n. 4903.
- Itúrbide (2015), p. 497.
Bibliografía
- Itúrbide Díaz, J. Los libros de un Reino. Historia de la edición en Navarra (1490-1841). Pamplona, Gobierno de Navarra, 2015.
- Pérez Goyena, A. Ensayo de Bibliografía Navarra : Desde la creación de la imprenta en Pamplona hasta el año 1910. Pamplona, Institución Príncipe de Viana, etcétera, 1953, T. VI.