Hipótesis del átomo primigenio

Georges Lemaître observó por primera vez, en 1927, que un universo en permanente expansión debería remontarse en el tiempo hasta un único punto de origen.[1]

Posteriormente, en 1930, George Lemaître publicó, en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society, un artículo en el que proponía la idea de que, a partir de una singularidad inicial, una especie de “átomo primitivo”, "átomo primigenio" o “huevo cósmico”, se habría producido, en los primeros momentos de la Creación, una explosión a partir de la cual se originó el Universo. El astrónomo Fred Hoyle, con intención crítica y un tanto irónica, llamó a esta explosión el Big Bang, y esta denominación hizo fortuna. Ante la propuesta de Lemaître, su antiguo maestro, el astrónomo Eddington, encontró la idea poco satisfactoria y al mismo Einstein le pareció sospechosa ya que la consideraba ampliamente reminiscente del dogma cristiano de la Creación que tenía, a su juicio, poca justificación científica.[2]

Referencias

  1. «Biografías de científicos».
  2. MARTÍNEZ CARO, DIEGO (2008). GENESIS: EL ORIGEN DEL UNIVERSO, DE LA VIDA Y DEL HOMBRE. Homo Legens, S.L. ISBN 9788492518081.
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