Francesca Saportella
Francesca Saportella fue abadesa de Santa Maria de Pedralbes de 1336 a 1364) conocida como La bella celda pintada.

Francesca Saportella (o ça Portela) y de Pinós pertenecía a un linaje vicarial y de magnates que tomó el nombre del castillo de la Portella, llamado también hasta el siglo XI, de Frontanyà, en el condado de Berga. Esto por parte de padre, Bernat Guillem de Saportella, barón de Luçà y la Portella. Por la parte materna era hija de una Pinós, Sibila, perteneciendo a una familia igualmente patricia. Su madre era hermana de la reina Elisenda de Moncada y de Pinós.
Sobrina de la reina Elisenda, Francesca fue la segunda de las abadesas de santa Maria de Pedralbes, al suceder la abadesa Soberana de Olzet (1327-1336).
Alrededor del claustro se construyeron unos pequeños espacios para la oración individual de algunas religiosas durante el día. Cada celda se decoraba en función del gusto y las posibilidades económicas de la monja que la utilizaba. Francesca Saportella tenía gusto y no le faltaban posibilidades.Escogió el maestro Jaume Ferrer Balsa, que en aquel momento era pintor real, para que decorara su celda que hoy se conoce como capilla de Sant Miquel, con la recreación de escenas religiosas. La abadesa Francesca debía de contar con el visto bueno de la reina Elisenda, que todavía vivía.
Las pinturas que se conservan íntegramente constituyen un monumento de valor incalculable para el estudio de los primeros pasos de la pintura catalana.
Las pinturas de Ferrer Balsa rellenan por completo los muros de la celda
El artista incluso aprovechó los marcos de las oberturas para representar escenas de la vida de Jesús.
El poder adquisitivo de la abadesa era notable. Disfrutaba del servicio y de esclavas, (el monasterio de Pedralbes contó hasta el final del siglo XV con una cuarentena de esclavas) que cómo ya se ha dicho era un hecho frecuente a la época.