Compañía extraterritorial

Una compañía extraterritorial o sociedad offshore es aquella empresa multinacional que, debido a la ubicación de sus fuentes de riqueza, está sujeta a varias jurisdicciones, en las cuales según el derecho internacional y el principio de extraterritorialidad pueden ser sujetas de jurisdicciones distintas a las que se encuentran por el territorio de ubicación.[1]

Estas compañías pueden ser entidades financieras, corporaciones y fondos de inversión.[2]

Las empresas offshore obtienen ventajas fiscales de la jurisdicción en donde ubican su sede legal, la cual puede ser, o no, un paraíso fiscal. Así, dentro de las doce jurisdicciones que la Unión Europea identifica en su «lista negra de paraísos fiscales» (oficialmente, «lista de la UE de países y territorios no cooperadores a efectos fiscales»),[3] no figuran Suiza, Luxemburgo, Malta y Países Bajos, notorios por poseer características fiscales que comparten con los que sí aparecen en la mencionada lista.[4][5]

Características de las compañías extraterritoriales

Aunque las sociedades offshore difieren en cierto grado dependiendo de la ley de empresas en cada jurisdicción, todas ellas se benefician de ciertas características principales:

  • En general, no están sujetas a impuestos en su jurisdicción de origen.
  • El régimen corporativo estará diseñado para promover la flexibilidad empresarial.
  • La regulación de las actividades corporativas normalmente será más liviana que en un país desarrollado.

Dependiendo de la jurisdicción, otros beneficios pueden ser la posibilidad de constituir la compañía a distancia, simplicidad y rapidez de constitución y administración, la posibilidad de registrar un capital suscrito de formación muy bajo o enteramente nominal, posibilidad de constitución con acciones al portador, la exención de presentar ciertos estados financieros, privacidad, etc.[6]

Costos relacionados

Para tener operativa una compañía extraterritorial, y excluyendo los gastos en local, equipamiento y empleados, se deben considerar a) costos para constituirla y b) costos de operación y recurrentes. A su vez, los costos de constitución se dividen en los gastos iniciales de formación de la empresa y en los gastos por servicios profesionales.[7]

Véase también

Referencias

  1. «¿Qué son las sociedades offshore?». abc. 2 de marzo de 2015. Consultado el 3 de marzo de 2021.
  2. Tax Justice Network (ed.). «Identifying tax havens and offshore financial centres».
  3. «Conclusiones del Consejo sobre la lista revisada de la UE de países y territorios no cooperadores a efectos fiscales». eur-lex.europa. Consultado el 6 de junio de 2021.
  4. «Impact of the EU tax blacklist in the Pacific». devpolicy.org (en inglés). Consultado el 6 de junio de 2021.
  5. «Effective EU tax haven blacklist must include at least 35 countries, Oxfam says». oxfam.org (en inglés). Consultado el 6 de junio de 2021.
  6. «¿Es una IBC la solución que buscas?». www.mycbs.biz. Consultado el 6 de junio de 2021.
  7. «Costos y aspectos legales de poseer una IBC». www.mycbs.biz. Consultado el 7 de junio de 2021.
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