Barrio de la Villa de Bocairente

El barrio de la Villa de Bocairente (Valencia) España. Constituye el núcleo antiguo medieval de dicha ciudad ocupa la parte alta del cerro donde se asienta la localidad. Lo constituye un entramado de calles empinadas, retorcidas y escalonadas que se adaptan un terreno con fuertes desniveles en la conexión de la cima del cerro con la ladera. Dentro de este barrio medieval se distinguen otros barrios como el de San Pedro, el de San Juan, el de la Virgen de Agosto o el de la Virgen de los Desamparados.[1]

Barrio de la Villa de Bocairente.

Debido a su buena conservación, este barrio fue declarado Conjunto Histórico Artístico de carácter nacional,[1] con número de anotación ministerial R-I-53-0000189.[2]

Descripción

Las calles del barrio medieval son estrechas y tortuosas, algunas de ellas con escalinatas empinadas y plazoletas superpuestas. Muchas de las casas están asentadas en la roca. En la parte superior está la Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, en cuyo solar estuvo hasta principios del siglo XVI el castillo. Destacan las calles curvas, los callejones sin salida y las estructuras de origen islámico.[2]

La ampliamente variada topografía de la urbe bocairentina genera que las parcelas que en ella se ubiquen presenten una diversidad consecuentemente amplia. Doble orientación (esto es, vivienda pasante) pueden tener las viviendas, las cuales otrosí pueden tener una sola fachada, cuestión esta que mantiene una relación de dependencia con su posición con respecto de la rasante de la calle, según esta se localice a mayor o menor altura que la antedicha vivienda. De diversos tipos son también las plantas de las casas. Suelen distribuirse de forma habitual con el hogar -siendo su posición exacta variable- en la planta baja, habitaciones de dormir en la planta principal y en la parte superior se localiza una cámara bajo cubierta con pequeñas aberturas hacia el exterior. La cubierta es a dos aguas con teja y una cornisa al modo de alero. Los huecos de las fachadas son de un tamaño que disminuye al aumentar su altura sobre la vía pública. Tienen las viviendas entre dos y cuatro plantas, siendo lo estadísticamente más frecuente tres con una gradación de vanos de puerta-balcón-ventana en orden ascendente. Predomina el macizo sobre el hueco, ya que se trata de muros muy gruesos. La fábrica es de tapial combinado con sillares en las esquinas que constituyen un elemento indicador de la calidad de la fábrica del muro.[2]

Las ventanas, generalmente con una nula ornamentación, se disponen de forma arbitraria, habiendo muy escasas excepciones a este estándar. Las puertas son de grandes dimensiones, excepto en viviendas de carácter muy popular, con jambas y dintel recto ambos de sillería enrasados en la fachada. También hay ejemplos con un tipo de arco que en el intradós tiene la forma de un semicírculo y algún arco rebajado. Las plataformas que se proyectan desde la pared de los edificios, sostenidas por columnas o ménsulas, y cerradas mediante balaustradas que aparecen en las primeras plantas son de escaso vuelo, realizadas en hierro o en madera. Los vanos presentan carpintería de madera de doble hoja, situándose esta en la parte interior del hueco.[2]

Destacan las cornisas de dos voladas de ladrillo macizo, que a veces se decoran adoptando forma de punta de diamante.[2]

La calle Alcalde fue una de las más importantes de la Edad Media, hecho este que se pone de manifiesto en el número de casas señoriales que en ella se localizan. En esta misma calle encontramos una hornacina con forma de ventana que conmemora la predicación de San Vicente Ferrer en 1412.[3]

La antigua casa consistorial está en la placilla de la prisión. También se encuentra en esta plaza la “Casa del Alcalde” del S. XVI con un balcón y puerta de módulo castellano, cornisa mudéjar y una ventana partida por un mainel de influencia toscana. Otras calles presentan un marcado estilo árabe.[3]

Hay numerosas fuentes, la mayoría de ellas construidas a lo largo del S. XVIII, como la Fuente de la escalerita o la del Almaguer. Incluso es posible encontrar un aljibe medieval, excavado en la roca, todavía hoy utilizado, para la canalización del riego de la partida de les Solanetes.[3]

Existía una muralla para defender la villa, que en el caso de Bocairente no estaba presente en todo su perímetro, sino sólo en aquellos lugares donde la orografía lo hacía necesario. Para acceder al recinto amurallado existían varias puertas de acceso, la única que permanece en pie es la de la Virgen de Agosto, encima de la cual se ubica la ermita de la Virgen de Agosto. El Puente de “Detrás la Vila”, uno de los más importantes del medievo, el Portal de San Blas y el Pórtico de la “Calzada excusada” servían también para entrar en la villa, aunque estos han sufrido transformaciones.[3]

En el interior del Barrio medieval se edificaron diferentes ermitas[3] de las que cabe señalar la Ermita del Santísimo Cristo, la Ermita de San Antonio, la Ermita de la Virgen de Agosto, la Ermita de San Jaime el Mayor, la Ermita de San Juan Bautista y la Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora.[2][3] En cuanto a los edificios civiles cabría señalar el antiguo Ayuntamiento, el Museo Arqueológico y la Casa del Barón de Casanova.[2]

Referencias

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