Asesinato de Angélica Marroquín
El asesinato de Reyna Angélica Marroquín se produjo en 1969 en el Condado de Nassau, Nueva York. El crimen no fue descubierto hasta treinta años después de perpetrarse, cuando su cuerpo fue descubierto en la antigua casa en Jerico, Nueva York de Howard Elkins, un empresario local, que fue identificado como el principal sospechoso, a pesar de que se suicidó antes de que pudiera ser acusado o interrogado a fondo.
Asesinato de Angélica Marroquín | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
2 de diciembre de 1941 El Salvador | |
Fallecimiento |
Enero de 1969 Estados Unidos | |
Contexto
En septiembre de 1999, fue comprada una casa del Condado de Nassau, Nueva York. Su nuevo dueño sacó un barril de 200 litros aparentemente abandonado desde hacía mucho en el sótano, y después de abrir el barril de metal, descubrió restos humanos.
Investigación
Los investigadores examinaron cuidadosamente el barril, retirando con cuidado el cuerpo momificado no identificado, que se determinó era de una mujer hispana, menuda, a finales de sus veinte que estaba embarazada a término y había muerto por un fuerte traumatismo en la cabeza. El tambor también contenía bolitas de poliestireno, dos anillos (uno inscrito con las iniciales "M.H.R."), un medallón con la inscripción "To Patrice Love, Uncle Phil (A Patricia con amor, tío Phil)", un tallo de una flor de plástico, colorante verde y una libreta de direcciones.
La víctima fue identificada a través de su libreta de direcciones que aunque muy deteriorada por la humedad fue analizada mediante luz infrarroja, lo que hizo posible leer el número de su tarjeta de residencia que la identificaba como Reyna Angélica Marroquín (1941-1969), una inmigrante de El Salvador, que había trabajado como niñera y para Melrose Plastics, una fábrica de flores sintéticas ubicada en East 34th Street en Manhattan.[1]
El barril fue identificado como de los utilizados para el transporte de colorante para el plástico. Se puso en contacto con el fabricante del barril, y por los números de serie impresos en él, se encontró que habían sido enviados a la empresa de flores. Melrose Plastics pertenecía a dos propietarios, uno de los cuales era Howard Elkins. Elkins fue una de las cinco personas que habían sido propietarias de la casa donde se encontró el barril, hasta que en 1972 vendió la empresa y se mudó a Boca Ratón, Florida con su esposa, siendo por esa razón el principal sospechoso.
Los detectives fueron a Florida y encontraron al sospechoso con una actitud poco cooperativa y le advirtieron que buscarían una orden para una prueba de ADN. Un día después de la visita de los detectives, Elkins, de setenta y un años, se suicidó de un tiro de escopeta.[2]
Los investigadores creen que Elkins fue al apartamento de Marroquín en Nueva Jersey o la atrajo a la fábrica y la mató en ese lugar para luego llevar su cuerpo a su casa del condado de Nassau, posiblemente con la intención de arrojarla posteriormente al océano desde su bote, pero después de llenar el barril con bolitas de plástico para asegurarse de que se hundiera, no pudo cargarlo y lo dejó en el sótano de la propiedad.
Todos los números de teléfono que aparecían en la libreta ya no estaban activos, menos uno. Resultó ser una amiga de la víctima. Ella informó que Elkins, jefe de la víctima, había tenido una relación extramarital con Marroquín, que confesó a su amiga que estaba embarazada pero que aunque él le había prometido casarse con ella, tenía dudas porque ya estaba casado y con hijos. Marroquín también le confesó que cuando finalmente telefoneó y le dijo la verdad a la esposa, afirmó que tenía el temor de que su jefe y amante la matara. Su amiga fue a su apartamento, pero no estaba, la víctima no fue encontrada, y nunca más supo de ella.[3] Hubo informes de que, cuando una mujer que se ajustaba a la descripción de Marroquín apareció una vez con un niño pequeño en Melrose Plastics, los empleados bromeaban con que el padre del niño era Elkins. Marroquín había estado casada brevemente en El Salvador antes de su traslado a Nueva York en 1966, y tenía un hijo pequeño.
Después del suicidio de Elkins, a través de un prueba de ADN, se determinó que el feto que portaba la víctima era de hecho su hijo.[4]
Marroquín fue enterrada en el cementerio de su aldea salvadoreña natal. Su madre de 95 años, falleció un mes después y fue enterrada junto a ella.
Referencias
- Robert Gearty and Corky Siemazsko (30 de septiembre de 1999). «Woman In Barrel Id'd 30-year-old Murder Mystery». NY Daily News. Consultado el 3 de diciembre de 2012.
- Robert McFadden (13 de septiembre de 1999). «Suicide Adds to Mystery Of Corpse Found in Barrel». New York Times. Consultado el 3 de diciembre de 2012.
- Kevin Krause (30 de septiembre de 1999). «Body Is Identified, Linked To West Boca». Sun Sentinel. Consultado el 3 de diciembre de 2012.
- Kevin Krause (22 de enero de 2000). «Dna Links Suicide To Killing». Sun Sentinel. Archivado desde el original el 3 de marzo de 2014. Consultado el 3 de diciembre de 2012.